29-08-2025, 12:44 PM
(Última modificación: 30-08-2025, 08:23 PM por Stitch.
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Buenas a todos. En primer lugar me gustaría agradecer a esta comunidad por toda la información que brinda y la buena onda entre los miembros, muchas gracias. Me gustaría contarles mi primera experiencia, que hasta hoy ha sido de las mejores cosas que viví.
Cuando era joven y empezaba a salir descubrí el mundo de la electrónica. Fui a varios eventos conocidos como la Creamfields, varias veces; entre otros. Hasta ese momento no había probado nada de nada, pero me sentía comodo en el ambiente. Al crecer, me quede sin junta que me haga el aguante en ese estilo de músico y me fui alejando paulatinamente. Como hacía deporte y mi familia es bastante conservadora siempre tuve una mirada bastante cerrada con las drogas, sin dar vueltas era muy prejuicioso.
Pasaron muchos años, ya con 33 inicie una relación con mi actual pareja con la que ahora convivimos, y ella es super mente abierta, le encanta probar cosas nuevas. Desde el día 1 me dijo "tenés que probar la rola, te va a cambiar la forma de pensar". Tardó un par de meses largos, pero me convenció. Justo me encontró en una nueva etapa en la que estaba dispuesto a vivir nuevas experiencias.
Organizamos una fiesta en mi casa quinta, solo con su grupo de amigos, éramos 20 personas en total. Arrancó a la tarde en la pileta con una música tranquila de fondo. Se hizo de noche, y pasamos al salón del lugar, donde habían conectado unos parlantes gigantes, consola, notebooks. Mucho mas profesional de lo que me esperaba. En ese punto todavía no sabía que esperar, si me había llamado mucho la atención que nadie tomaba una gota de alcohol, algo a lo que yo si estaba acostumbrado. También preparaban frutas y jugos que guardaban en la heladera para mas tarde, ahí si ya no entendía nada. Jamás había ido a una fiesta así.
Entonces mi novia me llama, vamos a una habitación y me da media rola, primera vez que probaba algo distinto al faso en toda mi vida. No les voy a mentir, tenía un poco de miedo y nervios pero tanta veía tranquilidad y buena onda en todo el grupo, así que decidí dejarme llevar y vivir la experiencia.
Empezó la joda, oscuridad total, apenas distinguía las siluetas, era imposible reconocerlos. Empiezo a sentir el efecto de la euforia, veo colores por todos lados, cierro los ojos es una locura el espectáculo. Nunca en mi vida había bailado como en ese momento, totalmente desatado. No quería charlar, no quería pensar, solo bailar y sentir la música.
Un rato después, imposible que sepa exactamente cuanto, un amigo de mi novia me ofrece probar cristales. Lo hizo de una manera educada, preguntado. Nada de un "proba no seas, cagón" por ejemplo, que era algo mas habitual en mi grupo. Me sentí en confianza y le dije que si. No se como explicar el amargor de eso, fue una piña en la boca. Ese fue el punto de inflexión en mi. Si antes bailaba como loco, me hubiese encantado verme ese momento, la felicidad y alegría era total. Mi novia me dice vení, vamos al lado del parlante. Primera gran experiencia de la noche, sinceramente nunca había sentido algo así y tampoco se bien como explicarlo en palabras. Simplemente las vibraciones y el sonido me transpasaba el cuerpo, era sentir la música de otra forma, hasta creo que podía "ver" la música con los ojos en la completa oscuridad. Por supuesto no me moví de ahi en un buen rato.
Al transcurrir la fiesta, absolutamente todos se acercaron a preguntarme como la estaba pasando, si necesitaba algo, y principalmente a agradecerme por poner el lugar porque hacia un buen tiempo que todo el grupo no se juntaba así. Allí entendí el efecto de empatía que produce, algo hermoso. Hasta hubo un abrazo grupal entre todos, al que me sume sin ninguna duda ni pregunta.
Al rato, tome otra mitad, y la fiesta tuvo como una pausa. Casi todos se fueron a la pileta y yo y mi novia nos quedamos charlando sobre temas profundos de la vida y la pareja, conversación que hasta el día de hoy recuerdo por el tono tan ameno que tuvo. Ella se fue a la pileta y yo me acosté, no porque tenía sueño, sino porque me gustaba cerrar los ojos y volar, no se de que otra forma describirlo.
Ya acostado solo y en la oscuridad de la habitación, pasó lo mas distinto que había vivido. Sentía que volaba, que estaba por encima de mi cuerpo, desconectado. No escuchaba la música, no sentía que estaba en una fiesta, pero era consciente de ello, simplemente estaba afuera de mi cuerpo disfrutando de un viaje a ningún lado. Fue sin dudas lo mejor toda la experiencia, lastimosamente no creo describirla mejor. Al rato siento que me tocan la pierna, era un amigo que me llamaba, y ahi sentí, muy de película, como volvió mi alma al cuerpo por así decirlo. Empecé a escuchar la música de a poco, a sentir las vibraciones y lo vi a mi amigo diciendo "Estas bien? vamos a bailar un rato mas!".
Me levanté, y seguimos bailando hasta vaya uno a saber que hora, hasta que el cuerpo me dijo basta.
Desde ese evento, he tomado varias veces, una o dos veces al año. Somos muy cuidadosos con el post, lo fui aprendiendo. Pude sacarme los prejuicios sobre las sustancias, entendiendo que hay una linea muy fina que si se cruza puede ser peligroso. Por supuesto no recomiendo tomar drogas, cada uno es responsable de sus actos, pero si que vivir una experiencia cuidada no está mal. También resaltar que el ambiente y la gente que te rodea es lo mas importante, creo que pude liberarme gracias a que todos me hicieron sentir comodo y cuidado todo el tiempo.
Esta es mi historia de la vuelta al mundo de la electrónica a los 33 años y de como pude abrir la cabeza para probar cosas nuevas.
Acabo de ver que quedó un poco largo, ojala no se hayan aburrido y hayan llegado hasta aquí. Saludos.
Cuando era joven y empezaba a salir descubrí el mundo de la electrónica. Fui a varios eventos conocidos como la Creamfields, varias veces; entre otros. Hasta ese momento no había probado nada de nada, pero me sentía comodo en el ambiente. Al crecer, me quede sin junta que me haga el aguante en ese estilo de músico y me fui alejando paulatinamente. Como hacía deporte y mi familia es bastante conservadora siempre tuve una mirada bastante cerrada con las drogas, sin dar vueltas era muy prejuicioso.
Pasaron muchos años, ya con 33 inicie una relación con mi actual pareja con la que ahora convivimos, y ella es super mente abierta, le encanta probar cosas nuevas. Desde el día 1 me dijo "tenés que probar la rola, te va a cambiar la forma de pensar". Tardó un par de meses largos, pero me convenció. Justo me encontró en una nueva etapa en la que estaba dispuesto a vivir nuevas experiencias.
Organizamos una fiesta en mi casa quinta, solo con su grupo de amigos, éramos 20 personas en total. Arrancó a la tarde en la pileta con una música tranquila de fondo. Se hizo de noche, y pasamos al salón del lugar, donde habían conectado unos parlantes gigantes, consola, notebooks. Mucho mas profesional de lo que me esperaba. En ese punto todavía no sabía que esperar, si me había llamado mucho la atención que nadie tomaba una gota de alcohol, algo a lo que yo si estaba acostumbrado. También preparaban frutas y jugos que guardaban en la heladera para mas tarde, ahí si ya no entendía nada. Jamás había ido a una fiesta así.
Entonces mi novia me llama, vamos a una habitación y me da media rola, primera vez que probaba algo distinto al faso en toda mi vida. No les voy a mentir, tenía un poco de miedo y nervios pero tanta veía tranquilidad y buena onda en todo el grupo, así que decidí dejarme llevar y vivir la experiencia.
Empezó la joda, oscuridad total, apenas distinguía las siluetas, era imposible reconocerlos. Empiezo a sentir el efecto de la euforia, veo colores por todos lados, cierro los ojos es una locura el espectáculo. Nunca en mi vida había bailado como en ese momento, totalmente desatado. No quería charlar, no quería pensar, solo bailar y sentir la música.
Un rato después, imposible que sepa exactamente cuanto, un amigo de mi novia me ofrece probar cristales. Lo hizo de una manera educada, preguntado. Nada de un "proba no seas, cagón" por ejemplo, que era algo mas habitual en mi grupo. Me sentí en confianza y le dije que si. No se como explicar el amargor de eso, fue una piña en la boca. Ese fue el punto de inflexión en mi. Si antes bailaba como loco, me hubiese encantado verme ese momento, la felicidad y alegría era total. Mi novia me dice vení, vamos al lado del parlante. Primera gran experiencia de la noche, sinceramente nunca había sentido algo así y tampoco se bien como explicarlo en palabras. Simplemente las vibraciones y el sonido me transpasaba el cuerpo, era sentir la música de otra forma, hasta creo que podía "ver" la música con los ojos en la completa oscuridad. Por supuesto no me moví de ahi en un buen rato.
Al transcurrir la fiesta, absolutamente todos se acercaron a preguntarme como la estaba pasando, si necesitaba algo, y principalmente a agradecerme por poner el lugar porque hacia un buen tiempo que todo el grupo no se juntaba así. Allí entendí el efecto de empatía que produce, algo hermoso. Hasta hubo un abrazo grupal entre todos, al que me sume sin ninguna duda ni pregunta.
Al rato, tome otra mitad, y la fiesta tuvo como una pausa. Casi todos se fueron a la pileta y yo y mi novia nos quedamos charlando sobre temas profundos de la vida y la pareja, conversación que hasta el día de hoy recuerdo por el tono tan ameno que tuvo. Ella se fue a la pileta y yo me acosté, no porque tenía sueño, sino porque me gustaba cerrar los ojos y volar, no se de que otra forma describirlo.
Ya acostado solo y en la oscuridad de la habitación, pasó lo mas distinto que había vivido. Sentía que volaba, que estaba por encima de mi cuerpo, desconectado. No escuchaba la música, no sentía que estaba en una fiesta, pero era consciente de ello, simplemente estaba afuera de mi cuerpo disfrutando de un viaje a ningún lado. Fue sin dudas lo mejor toda la experiencia, lastimosamente no creo describirla mejor. Al rato siento que me tocan la pierna, era un amigo que me llamaba, y ahi sentí, muy de película, como volvió mi alma al cuerpo por así decirlo. Empecé a escuchar la música de a poco, a sentir las vibraciones y lo vi a mi amigo diciendo "Estas bien? vamos a bailar un rato mas!".
Me levanté, y seguimos bailando hasta vaya uno a saber que hora, hasta que el cuerpo me dijo basta.
Desde ese evento, he tomado varias veces, una o dos veces al año. Somos muy cuidadosos con el post, lo fui aprendiendo. Pude sacarme los prejuicios sobre las sustancias, entendiendo que hay una linea muy fina que si se cruza puede ser peligroso. Por supuesto no recomiendo tomar drogas, cada uno es responsable de sus actos, pero si que vivir una experiencia cuidada no está mal. También resaltar que el ambiente y la gente que te rodea es lo mas importante, creo que pude liberarme gracias a que todos me hicieron sentir comodo y cuidado todo el tiempo.
Esta es mi historia de la vuelta al mundo de la electrónica a los 33 años y de como pude abrir la cabeza para probar cosas nuevas.
Acabo de ver que quedó un poco largo, ojala no se hayan aburrido y hayan llegado hasta aquí. Saludos.
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