[GUÍA] PLANTATE! - Parte II - Información Básica (y Necesaria)

[Hammett]

EL CRECIMIENTO Y LOS FACTORES QUE LO ALTERAN

La marihuana crece mejor en suelos fértiles y con un buen drenaje, aireados y con suficiente cantidad de agua. Necesita mucha luz, y una atmósfera cálida y aireada. Si tuviéramos que reducir la complejidad de sus factores limitantes y fundamentales a cuatro, serían LUZ, AIRE, AGUA y SUELO (o sustrato. Soil, en inglés. Es el medio donde se desarrollan sus raíces).

Las plantas crecen y se mantienen vivas usando:

• Energía de la luz para producir alimento y energía biológica para crecer.
  
• Dióxido de Carbono (CO2) y Oxígeno de aire.
  
• Agua y Aire del suelo.
  
• Minerales (Nutrientes o fertilizantes) absorbidos del suelo.
  

Éstos factores funcionan como un eslabón de una cadena, cuando uno falta, no hay nada que los otros puedan hacer para suplir su ausencia. Si no hay suficiente luz, de nada sirve que abunde el agua o que el suelo sea súper fértil, el crecimiento se detiene de todas formas. Igualmente, si el suelo es compacto, poco aireado y sin drenaje, por más que la planta reciba luz, aire y agua, nunca podrá absorber los nutientes necesarios, y por ende no crecerá.

Nadie puede saber exactamente cuando estos cuatro factores están en perfecto balance, pero un buen jardinero debe desarrollar esa sensibilidad a partir del conocimiento, la práctica, y, por qué no, un buen instinto.

Muchas veces, cuando no existe sensibilidad para proveerle a la planta de lo que necesita, se sobreactúa equivocadamente provocando una respuesta aún peor a la que ya teníamos. Muchos novatos tienden a creer que los problema de crecimiento se deben a la falta de riego o de algún nutriente importante. Por eso muchas veces ahogan a las plantas, o peor aún, las sobrefertilizan. Algo que siempre aconsejo es: ante la duda, MENOS ES MAS (nunca mejor dicho con las plantas). Ir probando, siempre en menor proporcion a lo que se aconseja para el caso a tratar y esperar la reacción de la planta. Si empieza a resultar, empezamos a perfeccionar. Si por el contrario, vemos que la estamos pifiando, los resultados seguramente sean reversibles y no letales, dándonos margen para probar en otra dirección. 

Conocer estos factores limitantes es ir descartando causas, cuando se presentan problemas. Cuando podemos manejar estos factores a laperfección y en total armonía, se reduce tiempo, trabajo, gastos, y, por sobre todo, dolores de huevo.

Éstas plantas son increíbles, siempre nos dicen que es lo que anda mal. Hay que aprender a mirarla, escucharla y entenderla. No es fácil, pero tampoco es TAN difícil. Y es fundamental entender como la planta produce su alimento y crece.

Cuándo la semilla germina, surge la raíz principal hacia abajo, y, en dirección opuesta, surge un brote con el par de hojas redondeadas buscando la luz. Pequeñas raíces (raicillas) que surgen de la principal absorben las sustancias químicas necesarias parla vida: el agua y los nutrientes. La raíz principal, a su vez, afirma la planta como si fuera la estructura subterránea de un edificio. A medida que las raíces se van desarrollando, comienzan a ejercer diversas funciones específicas. Por el corazón de la raíz principal y porciones más antiguas existe un sistema de trasporte de agua capaz de almacenar alimento.

Las raicillas que se desarrollan desde la raíz principal, absorben agua y nutrientes en presencia de Oxígeno (O) llevándolo a través del tallo hasta las hojas. Cuando el agua está ausente, si el calor es extremo, o las concentraciones químicas son altas y adversas, se produce el deceso (muerte) de estas pequeñas raicillas o delgados folículos que sostienen la salud de la planta. La luz y las manos zarpadas también pueden dañar estos “pelitos” a la hora de hacer transplantes.

 

En dirección opuesta a la raíz principal, en la superficie, continúa el tallo, el cual también desarrolla ramas, hojas y flores. Éste es el encargado de distribuir el agua y los nutrientes que absorben las raíces a éstas ramas y hojas. Las hojas, a su vez, producen azúcares que son distribuidos alrededor de la planta pasando por el tallo. Los mismos circulan por una capa cercana a la superficie del tallo, por lo que NUNCA hay que apretar la planta con alambres o hilos, ya que cortamos dicha circulación, algo sumamente perjudicial para nuestras hijas. El tallo se mantiene rígido gracias a la celulosa que produce en sus paredes interiores. EL viento activa esa producción hormonal tendiente a fortalecer la rigidez de las ramas.

En interiores, las plantas necesitan el flujo constante de un ventilador las 24 hs si es posible. Muchos cultivadores de interiores atan (usando tutores) o colocan redes en las plantas para complementar la falta de rigidez. Cuando las plantas maduras están repletas de cogollos y enormes colas, el peso que soportan es considerable, haciendo que ramas y tallos se doblen fácilmente si no contienen mucha celulosa o son sujetadas apropiadamente.

 

Cuando las hojas se expanden, empiezan a producir carbohidratos (alimento) gracias a la clorofila. Ésta transforma el CO2 del aire, agua y energía lumínica en carbohidratos y Oxígeno, en un proceso llamado FOTOSÍNTESIS. Éste proceso, requiere agua succionada desde las raíces y llevada a través del tallo hasta las hojas donde se encuentra con la presencia del CO2. Este encuentro entre agua y CO2, se produce gracias a unos pequeños poros situados en la parte posterior de cada hoja llamados ESTÓMATAS o Estomas.

El tejido interno de cada hoja debe mantenerse húmedo para que la fotosíntesis suceda. Estos poros se abren y cierran constantemente para regular la humedad, evitando de esa forma que la planta se deshidrate. Las hojas, además, presentan una delgada piel exterior que ayuda a prevenir a la hoja de secarse. La estómata permite el flujo exterior del vapor de agua y consume oxígeno.

En exteriores, el viento y la lluvia mantienen a los estómatas limpios y bien aireados. Es importante someter a las plantas a ráfagas constantes de viento con ventiladores, y bañarlas a menudo con agua tirada en un spray principalmente por debajo de las hojas, para mantener estos poros limpios y aireados sin que se congestionen con polvo o contaminantes.