03-01-2021, 07:50 PM
(Última modificación: 03-01-2021, 07:57 PM por soulnmagic.)
Hace varios años atrás, creo que andaba por mis 23 años, comí brownie en el Planetario y medio que me fui de mambo con la dosis. Todo muy lindo, hasta que la cosa se cortó y me volví sola a casa, en bondi, muerta de miedo. Caminé 10 cuadras en una zona fea, muy oscura, flasheando que en cualquier momento me violaban (podía "sentir" que se me venía la situación encima). Ni un taxi, nada, así que me puse a correr. Me acuerdo que cuando llegué a casa me costó un montón bajar.
El brownie y cualquier cosa comestible me encanta, pero desde ese día controlo bien las dosis, y lo dejo para ciertos momentos, lugares y estados de ánimo. O sea, capaz que como de más pero sé manejarlo y de última se me pasa meditando un rato.
Por eso recomiendo hacerse una especie de chequeo anímico antes de consumir y darle un propósito al viaje. Encerrarse a flashearla suena re divertido, pero si la cabeza no está lista, se te va el plan a la chota.
El brownie y cualquier cosa comestible me encanta, pero desde ese día controlo bien las dosis, y lo dejo para ciertos momentos, lugares y estados de ánimo. O sea, capaz que como de más pero sé manejarlo y de última se me pasa meditando un rato.
Por eso recomiendo hacerse una especie de chequeo anímico antes de consumir y darle un propósito al viaje. Encerrarse a flashearla suena re divertido, pero si la cabeza no está lista, se te va el plan a la chota.