24-03-2022, 02:42 PM
En mi experiencia puramente personal una sustancia por sí sola no te va a traer soluciones mágicas. Te puede ayudar, pero necesitás un laburo más extenso y ahí entra la terapia. Los casos de estudio que suelen haber para papers y salen en documentales generalmente (al menos los que vi/leí) son gente que ya probó terapia, medicamentos y muchas cosas más y fueron "resistentes" a eso, nunca fue la primera alternativa.
Dicho esto, el año pasado tuve una experiencia "terapéutica". Contexto: Muchos años de terapia, no soy "depresiva" pero aparece cíclicamente, y puedo identificar qué es lo que me deprime. Y tengo antecedente de ambos padres depresivos. En ese momento estaba pasando un momento heavy de maltrato laboral desde hacía meses y no encontraba otro, y no podía renunciar sin nada. En un momento tuve una discusión con mi jefe y llegó al punto cúlmine, entonces le pedí a mi psicóloga una interconsulta con psiquiatra porque, o me tomaba licencia, o iba a necesitar medicación para seguir aguantando. Tenía ideaciones suicidas, imaginate que llegué a ese punto. Decantamos por la licencia en primer lugar y ver cómo seguía, y por suerte en medio de la licencia me confirmaron que quedé no en uno, sino en dos laburos, así que pude elegir el que me pintaba mejor.
El tema (si sí, ya llego a los hongos) es que a pesar del alivio y las buenas noticias todavía sentía algo de la "resaca" de la depresión. Como si estuviera cansada, y sabía que iba a arrancar el laburo nuevo desganada. Estaba contenta pero en un nivel medio bajo, como que no podía levantar del todo. Y ahí tomé 2,85 grs de hongos. Aviso igual que ya había tenido experiencias recreativas en los meses anteriores de 1 gr. (varias veces) y de 2 gr (una vez), así que en cierta forma me "preparé" antes de darme una dosis grande.
No puedo explicar racionalmente todo lo que sentí, pero el universo era un lugar hermoso, caótico, y lleno de amor. Fui chiquita y grande al mismo tiempo, entendí mi lugar acá, tuve sensaciones que no tenía desde los 4 años y había olvidado. No me dio la respuesta que buscaba (el viaje lo empecé pensando que quería entender por qué no podía "levantar" del todo), me dio respuestas mucho más grandes. Y me dio la seguridad de que puedo "volver" a ese lugar, como si me hubiera ido de viaje a otro país, pero que no es un lugar que necesites volver todo el tiempo, sólo en el exacto.
Terminé el viaje y me sentía mucho mejor, con mucha paz y con muchas ganas de empezar el laburo nuevo, muy animada. No tuve cuadros depresivos desde entonces y tampoco por ahora sentí la necesidad de volver a consumir honguis (ya pasaron casi 10 meses). El no tener otros cuadros depresivos por ahora me dieron la posibilidad de tratar otro tema que arrastraba, la ansiedad social, y estoy haciendo avances gigantes con la terapia y una medicación que tomo sólo cuando me voy a exponer a una situación ansiógena o cuando me expuse.
En resumen, y aunque suene muy lindo todo: No creo que hubiera tenido estos efectos si no era por todo el contexto previo. La terapia previa-durante-después (le conté el viaje a mi psico y también sacamos conclusiones muy buenas de por qué sentí lo que sentí), que no estaba en el fondo del pozo sino saliendo y queriéndome recuperar, la experiencia previa con hongos en que fui aumentando gradualmente las dosis y fui conociendo la sustancia en dosis manejables (sacando la ansiedad de no saber qué se siente). También que elegí tomar hongos Cambodian, que es una cepa bastante tranqui, linda y "física"; si lo vas a hacer en algún momento te diría que vayas más por las introspectivas/físicas que por las visuales.
Leyéndote, creo que querés recuperarte y estar bien. No intentes "saltear pasos", hacela bien y completa, quizás en el medio te das cuenta que ni necesitás los hongos.
Dicho esto, el año pasado tuve una experiencia "terapéutica". Contexto: Muchos años de terapia, no soy "depresiva" pero aparece cíclicamente, y puedo identificar qué es lo que me deprime. Y tengo antecedente de ambos padres depresivos. En ese momento estaba pasando un momento heavy de maltrato laboral desde hacía meses y no encontraba otro, y no podía renunciar sin nada. En un momento tuve una discusión con mi jefe y llegó al punto cúlmine, entonces le pedí a mi psicóloga una interconsulta con psiquiatra porque, o me tomaba licencia, o iba a necesitar medicación para seguir aguantando. Tenía ideaciones suicidas, imaginate que llegué a ese punto. Decantamos por la licencia en primer lugar y ver cómo seguía, y por suerte en medio de la licencia me confirmaron que quedé no en uno, sino en dos laburos, así que pude elegir el que me pintaba mejor.
El tema (si sí, ya llego a los hongos) es que a pesar del alivio y las buenas noticias todavía sentía algo de la "resaca" de la depresión. Como si estuviera cansada, y sabía que iba a arrancar el laburo nuevo desganada. Estaba contenta pero en un nivel medio bajo, como que no podía levantar del todo. Y ahí tomé 2,85 grs de hongos. Aviso igual que ya había tenido experiencias recreativas en los meses anteriores de 1 gr. (varias veces) y de 2 gr (una vez), así que en cierta forma me "preparé" antes de darme una dosis grande.
No puedo explicar racionalmente todo lo que sentí, pero el universo era un lugar hermoso, caótico, y lleno de amor. Fui chiquita y grande al mismo tiempo, entendí mi lugar acá, tuve sensaciones que no tenía desde los 4 años y había olvidado. No me dio la respuesta que buscaba (el viaje lo empecé pensando que quería entender por qué no podía "levantar" del todo), me dio respuestas mucho más grandes. Y me dio la seguridad de que puedo "volver" a ese lugar, como si me hubiera ido de viaje a otro país, pero que no es un lugar que necesites volver todo el tiempo, sólo en el exacto.
Terminé el viaje y me sentía mucho mejor, con mucha paz y con muchas ganas de empezar el laburo nuevo, muy animada. No tuve cuadros depresivos desde entonces y tampoco por ahora sentí la necesidad de volver a consumir honguis (ya pasaron casi 10 meses). El no tener otros cuadros depresivos por ahora me dieron la posibilidad de tratar otro tema que arrastraba, la ansiedad social, y estoy haciendo avances gigantes con la terapia y una medicación que tomo sólo cuando me voy a exponer a una situación ansiógena o cuando me expuse.
En resumen, y aunque suene muy lindo todo: No creo que hubiera tenido estos efectos si no era por todo el contexto previo. La terapia previa-durante-después (le conté el viaje a mi psico y también sacamos conclusiones muy buenas de por qué sentí lo que sentí), que no estaba en el fondo del pozo sino saliendo y queriéndome recuperar, la experiencia previa con hongos en que fui aumentando gradualmente las dosis y fui conociendo la sustancia en dosis manejables (sacando la ansiedad de no saber qué se siente). También que elegí tomar hongos Cambodian, que es una cepa bastante tranqui, linda y "física"; si lo vas a hacer en algún momento te diría que vayas más por las introspectivas/físicas que por las visuales.
Leyéndote, creo que querés recuperarte y estar bien. No intentes "saltear pasos", hacela bien y completa, quizás en el medio te das cuenta que ni necesitás los hongos.