¡Hola Mundo! En el día de la fecha (?) les vengo a tratar de contar una historia que tuvo lugar durante principios de éste año, concretamente el primer fin de semana de enero. La verdad pensé mucho si hacer o no hacer éste post, no por importancia o por longitud, sino todo lo contrario. No digo que la experiencia me haya decepcionado, porque ni bien noté que no iba a ser nada parecido a lo que esperaba, me entregué a lo que vino y pude disfrutarlo y pasarlo bien, pero sí es verdad que esperaba otra cosa, o ‘algo más’.
Bien, con mis amigos conseguimos por un tercero (otra amiga, muy de confianza) hongos, si me preguntan que familia eran me matan y debería mentirles. Recuerdo que eran chiquitos y grises claros, blancos, por esa gama de colores, y la idea era ir a la casa de uno del grupo que vive en Acebal, un pueblo cercano a Rosario, donde tiene una casa enorme, con un patio que es casi una manzana, mucho verde, árboles, pileta, etcétera, y como habíamos leído que lo mejor para los hongos es estar rodeados de naturaleza, nos pareció la mejor opción. Cabe recalcar que todos, menos uno (nuestro ‘tripsetter’, y va entre comillas porque nos enteramos después que a las dos horas de nuestro consumo el loco se mandó como dos gramos), éramos primerizos.
Llega el día, algunos en colectivo, otros en auto, vamos llegando a la casa, aproximadamente entre las cinco y seis de la tarde. Cada uno se prepara sus gramos como le parece, algunos mezclados con ensalada de fruta, otros con dulce de leche. Yo opté por hacerme un exprimido de naranja porque había leído acá en el foro que era recomendable. Dejamos preparado todo adentro, cada pieza de la casa estaba acondicionada, luces bajas, colchones, y en cada una sonaba música distinta: en una sonaba música clásica, en otra progressive (obviamente me encerré en esa), en otra un techno muy palero, en otra rock, y así. También teníamos preparados porros, algunas latas de birra y gancia para cuando fuéramos bajando, chocolates; golosinas; frutas, un set & setting impecable, vamos.
Nos sentamos todos en una mesa de afuera, chin-chin, salud, y adentro. Yo había comprado 4 gramos (peso ciento doce kilos), pero terminé tirando aproximadamente tres gramos y pico al vaso, y el resto se lo regalé a unos amigos esa tarde para que tengan más. Terminamos de comer/tomar y a un amigo que es muy sensible a las sustancias le pegó rapidísimo. Literalmente a los diez minutos empezó a correr y hacer ruidos raros, y no podía poner en palabras lo que sentía. Son mis amigos de toda la vida así que hay mucha confianza, entonces nos cagamos de risa nomás. El resto nos tiramos un rato a ver el cielo y justo estaba atardeciendo, así que nos quedamos viendo los colores y las nubes mientras iba subiendo.
No voy a entrar en detalles del viaje de los otros, no porque no quiera o no tenga ganas, sino porque con suerte puedo tratar de contar el mío. No sé bien cuando me pegó. Pido disculpas de antemano si no se entiende muy bien el viaje. Tengo recuerdos de secuencias más que una historia ordenada y detallada como me gustaría escribirles, pero bueno.
Recuerdo sentirme mojado, o húmedo. Todo el tiempo sentía las manos y los antebrazos como si recién saliera de una pileta, y pensaba que era transpiración, pero al tocarme o verme estaba normal, seco. No llego al punto de ser molesto pero si me desviaba la atención más veces de las que me hubiera gustado. También tengo recuerdos de ir cambiando de habitaciones y ver secuencias de mis amigos, y escuchar la música distorsionada o distinta. Había canciones que nunca le pego al ritmo o a los tiempos y ahora sin pensar cada movimiento que hacía estaba perfectamente coordinado con los golpes de la música.
Tengo el recuerdo, también, de festejar muchísimo cuando en el reloj vi que se hicieron las diez de la noche, porque la hora de las nueve no terminaba más, literalmente la sentí como de cuatro horas. Iba corriendo por la casa gritándoles a mis amigos que por fin eran las diez. A los que les pasó lo mismo que a mi se copaban y festejaban conmigo, otros ni bola jajaja.
Tengo otro recuerdo de estar sentado con el que fue mi mejor amigo muchos años y ahora estamos algo distanciados. Nada personal ni particular, simplemente momentos de la vida. Estábamos sentados afuera, rodeados de tres parlantes para lograr un efecto ‘surround’ de la música. Estábamos abrazados por el hombro y le comenté que con él me sentía como la escena de Nicholas Cage y Pedro Pascal, que se dicen que es una amistad fácil, que pueden no verse por meses o años pero continuar justo donde lo dejaron. Me dijo que sentía lo mismo, y nos quedamos en silencio un rato mirando el patio y el cielo, ya de noche. Ése si fue uno de los momentos más lindos de mi viaje.
Otro de los momentos lindos (que flashié fuerte igual, no de mal viaje sino que me hice la re película en mi cabeza y desde afuera debe haber sido una estupidez) fue que cuando estaba bajando me fui a la pileta. Me quedé un rato mirando el agua, pensando en mi vida, y como quería “pasar a la siguiente temporada”. En eso pienso en darme un segundo bautismo y dejar atrás las cosas que no quería, y con eso en mente me doy vuelta, me hago una cruz, estilo ‘T-pose’ y me tiro de espaldas al agua. Mucho vértigo mientras caía pero me sentí muy en paz. Lo llamativo es que una vez que estaba en el agua, por primera vez desde que arrancó el viaje, me sentí seco. Creer o reventar, lo dejo a su criterio.
Tuve algunos pequeños malos viajes, que no duraron más de veinte segundos. Fueron dos, uno mientras estaba acostado en la ‘Habitación Progressive’ con otro amigo, entra un tercero que se pone cerca del amigo que estaba acostado, y yo no los veía, pero escuchaba como si el que entró se hubiera puesto a repetir “como te decía, como te decía, como te decía…” sin parar, me puso de los nervios y le doy un golpecito en la pierna diciéndole que no haga eso, y él me mira confundido y me dice “¿Qué no haga qué cosa?” y ahí caí que había sido todo un flash mío, así que decido cambiar de habitación, cosa que también había leído en el foro que es muy útil. Y el otro mal flash me pasa cuando voy al baño y empiezo a ver calaveras en las paredes y a ‘escuchar’ voces que no decían nada en concreto, era cómo un murmullo inaudible. Ahí al toque malflashié esquizofrenia, así que terminé rápido y salí. Después de eso no tuve ningún mal viaje.
No tengo muchos más recuerdos tampoco, la pasé muy bien. No era lo que esperaba, sino que yo quería intentar encontrar respuestas a actitudes mías, a mi ansiedad, a mi timidez, a porque no me quiero, etcétera. Lo bueno es que tuve la capacidad (de nuevo, gracias al foro) de ni bien darme cuenta de que eso no iba a pasar, entregarme y aceptar el viaje que iba a tener, en vez de buscar el que yo quería tener.
Después de eso nada, lo que todo el mundo relata, colores distorsionados, abrillantados, fractales con ojos abiertos y cerrados, sonidos también distorsionados, las caras de mis amigos y las paredes se ‘derretían’, era chistoso eso. Mientras bajaba me senté al lado de la pileta a comer ciruelas, duraznos y un melón y fueron las mejores frutas que me comí en mi vida. Tengo recuerdos de amigos corriendo lo más rápido que podían por el patio, otros escribiendo (rapidísimo, después queríamos leerlo y nos matábamos de risa porque no se entendía nada), otros jugando con los perros, y así varios momentos lindos. Cuando ya habíamos bajado todos nos comimos unas hamburguesas, tomamos las latas de gancia y de birra y fumamos los porros mientras charlábamos de lo que cada uno había experimentado porque no podíamos parar de pensar. Eso ayudó un montón a bajar y relajar, y después pudimos ir a dormir sin problema.
De nuevo les pido disculpas porque no está muy organizado y tampoco hay nada extremadamente interesante que contarles. Ojala igual les guste y si alguno tiene una pregunta yo encantado de responder. Si me voy acordando de cosas iré editando y agregando. ¡Gracias por leer! ¡Kind regards!
PSD: La totalidad de éste post es dedicado a @dust quien me ayudó mucho por mensajes privados y quien expresó su deseo de que haga un trip report (el cuál en teoría salía el 7 de enero). ¡Muchas gracias!
Bien, con mis amigos conseguimos por un tercero (otra amiga, muy de confianza) hongos, si me preguntan que familia eran me matan y debería mentirles. Recuerdo que eran chiquitos y grises claros, blancos, por esa gama de colores, y la idea era ir a la casa de uno del grupo que vive en Acebal, un pueblo cercano a Rosario, donde tiene una casa enorme, con un patio que es casi una manzana, mucho verde, árboles, pileta, etcétera, y como habíamos leído que lo mejor para los hongos es estar rodeados de naturaleza, nos pareció la mejor opción. Cabe recalcar que todos, menos uno (nuestro ‘tripsetter’, y va entre comillas porque nos enteramos después que a las dos horas de nuestro consumo el loco se mandó como dos gramos), éramos primerizos.
Llega el día, algunos en colectivo, otros en auto, vamos llegando a la casa, aproximadamente entre las cinco y seis de la tarde. Cada uno se prepara sus gramos como le parece, algunos mezclados con ensalada de fruta, otros con dulce de leche. Yo opté por hacerme un exprimido de naranja porque había leído acá en el foro que era recomendable. Dejamos preparado todo adentro, cada pieza de la casa estaba acondicionada, luces bajas, colchones, y en cada una sonaba música distinta: en una sonaba música clásica, en otra progressive (obviamente me encerré en esa), en otra un techno muy palero, en otra rock, y así. También teníamos preparados porros, algunas latas de birra y gancia para cuando fuéramos bajando, chocolates; golosinas; frutas, un set & setting impecable, vamos.
Nos sentamos todos en una mesa de afuera, chin-chin, salud, y adentro. Yo había comprado 4 gramos (peso ciento doce kilos), pero terminé tirando aproximadamente tres gramos y pico al vaso, y el resto se lo regalé a unos amigos esa tarde para que tengan más. Terminamos de comer/tomar y a un amigo que es muy sensible a las sustancias le pegó rapidísimo. Literalmente a los diez minutos empezó a correr y hacer ruidos raros, y no podía poner en palabras lo que sentía. Son mis amigos de toda la vida así que hay mucha confianza, entonces nos cagamos de risa nomás. El resto nos tiramos un rato a ver el cielo y justo estaba atardeciendo, así que nos quedamos viendo los colores y las nubes mientras iba subiendo.
No voy a entrar en detalles del viaje de los otros, no porque no quiera o no tenga ganas, sino porque con suerte puedo tratar de contar el mío. No sé bien cuando me pegó. Pido disculpas de antemano si no se entiende muy bien el viaje. Tengo recuerdos de secuencias más que una historia ordenada y detallada como me gustaría escribirles, pero bueno.
Recuerdo sentirme mojado, o húmedo. Todo el tiempo sentía las manos y los antebrazos como si recién saliera de una pileta, y pensaba que era transpiración, pero al tocarme o verme estaba normal, seco. No llego al punto de ser molesto pero si me desviaba la atención más veces de las que me hubiera gustado. También tengo recuerdos de ir cambiando de habitaciones y ver secuencias de mis amigos, y escuchar la música distorsionada o distinta. Había canciones que nunca le pego al ritmo o a los tiempos y ahora sin pensar cada movimiento que hacía estaba perfectamente coordinado con los golpes de la música.
Tengo el recuerdo, también, de festejar muchísimo cuando en el reloj vi que se hicieron las diez de la noche, porque la hora de las nueve no terminaba más, literalmente la sentí como de cuatro horas. Iba corriendo por la casa gritándoles a mis amigos que por fin eran las diez. A los que les pasó lo mismo que a mi se copaban y festejaban conmigo, otros ni bola jajaja.
Tengo otro recuerdo de estar sentado con el que fue mi mejor amigo muchos años y ahora estamos algo distanciados. Nada personal ni particular, simplemente momentos de la vida. Estábamos sentados afuera, rodeados de tres parlantes para lograr un efecto ‘surround’ de la música. Estábamos abrazados por el hombro y le comenté que con él me sentía como la escena de Nicholas Cage y Pedro Pascal, que se dicen que es una amistad fácil, que pueden no verse por meses o años pero continuar justo donde lo dejaron. Me dijo que sentía lo mismo, y nos quedamos en silencio un rato mirando el patio y el cielo, ya de noche. Ése si fue uno de los momentos más lindos de mi viaje.
Otro de los momentos lindos (que flashié fuerte igual, no de mal viaje sino que me hice la re película en mi cabeza y desde afuera debe haber sido una estupidez) fue que cuando estaba bajando me fui a la pileta. Me quedé un rato mirando el agua, pensando en mi vida, y como quería “pasar a la siguiente temporada”. En eso pienso en darme un segundo bautismo y dejar atrás las cosas que no quería, y con eso en mente me doy vuelta, me hago una cruz, estilo ‘T-pose’ y me tiro de espaldas al agua. Mucho vértigo mientras caía pero me sentí muy en paz. Lo llamativo es que una vez que estaba en el agua, por primera vez desde que arrancó el viaje, me sentí seco. Creer o reventar, lo dejo a su criterio.
Tuve algunos pequeños malos viajes, que no duraron más de veinte segundos. Fueron dos, uno mientras estaba acostado en la ‘Habitación Progressive’ con otro amigo, entra un tercero que se pone cerca del amigo que estaba acostado, y yo no los veía, pero escuchaba como si el que entró se hubiera puesto a repetir “como te decía, como te decía, como te decía…” sin parar, me puso de los nervios y le doy un golpecito en la pierna diciéndole que no haga eso, y él me mira confundido y me dice “¿Qué no haga qué cosa?” y ahí caí que había sido todo un flash mío, así que decido cambiar de habitación, cosa que también había leído en el foro que es muy útil. Y el otro mal flash me pasa cuando voy al baño y empiezo a ver calaveras en las paredes y a ‘escuchar’ voces que no decían nada en concreto, era cómo un murmullo inaudible. Ahí al toque malflashié esquizofrenia, así que terminé rápido y salí. Después de eso no tuve ningún mal viaje.
No tengo muchos más recuerdos tampoco, la pasé muy bien. No era lo que esperaba, sino que yo quería intentar encontrar respuestas a actitudes mías, a mi ansiedad, a mi timidez, a porque no me quiero, etcétera. Lo bueno es que tuve la capacidad (de nuevo, gracias al foro) de ni bien darme cuenta de que eso no iba a pasar, entregarme y aceptar el viaje que iba a tener, en vez de buscar el que yo quería tener.
Después de eso nada, lo que todo el mundo relata, colores distorsionados, abrillantados, fractales con ojos abiertos y cerrados, sonidos también distorsionados, las caras de mis amigos y las paredes se ‘derretían’, era chistoso eso. Mientras bajaba me senté al lado de la pileta a comer ciruelas, duraznos y un melón y fueron las mejores frutas que me comí en mi vida. Tengo recuerdos de amigos corriendo lo más rápido que podían por el patio, otros escribiendo (rapidísimo, después queríamos leerlo y nos matábamos de risa porque no se entendía nada), otros jugando con los perros, y así varios momentos lindos. Cuando ya habíamos bajado todos nos comimos unas hamburguesas, tomamos las latas de gancia y de birra y fumamos los porros mientras charlábamos de lo que cada uno había experimentado porque no podíamos parar de pensar. Eso ayudó un montón a bajar y relajar, y después pudimos ir a dormir sin problema.
De nuevo les pido disculpas porque no está muy organizado y tampoco hay nada extremadamente interesante que contarles. Ojala igual les guste y si alguno tiene una pregunta yo encantado de responder. Si me voy acordando de cosas iré editando y agregando. ¡Gracias por leer! ¡Kind regards!
PSD: La totalidad de éste post es dedicado a @dust quien me ayudó mucho por mensajes privados y quien expresó su deseo de que haga un trip report (el cuál en teoría salía el 7 de enero). ¡Muchas gracias!
You have to do it every day, that's the hard part, but it does get easier.