En mi no tan humilde opinión, para ponerme a tono con la soberbia narrativa, existe en la sociedad occidental (más que en la oriental) un mandato de productividad propio del orden social capitalista. No lo concibo meramente como un sistema económico sino que invade otras esferas de la vida.
Hace poco, uno de mis vínculos sexoafectivos me contaba que se había dado cuenta de que tenía un mandato auto-impuesto de productividad afectiva (sic). Ella ahora está viviendo en USA por unos meses, uno de sus objetivos es conocer gente con la que pueda disfrutar del tiempo y quizás entablar alguna relación más profunda. Se sentía frustrada al no poder lograr esto, por ejemplo cuando conocía a alguien que luego se daba cuenta que no le interesaba o cuando había disfrute pero la profundidad encontraba un límite. Imagino que irse a vivir a otro país, con una cultura diferente a la nuestra, sin conocer a nadie, no debe ser fácil y entiendo el deseo/necesidad de conocer personas nuevas que puedan sumar a tu vida. "¿Estaré destinada a quedarme sola en este país? ¿Debería dejar de buscar tan activamente el conocer otras personas?", son preguntas que se hace. Yo cuestiono la idea de éxito basada en el logro un objetivo, sobre todo en las relaciones humanas. Las "malas" experiencias también sirven, y a veces mucho más que las "buenas", para darnos cuenta de ciertas cosas.
Para ilustrar cómo este mandato invade otras esferas de la vida, se puede pensar en la productividad en torno al disfrute de salir. Que te guste el lugar, la música, el ambiente, las drogas, y otros requisitos que nos ponemos para evaluar que una noche fue buena o mala.
Volviendo a lo profesional/laboral, y a riesgo de ponerme neo-marxista pseudo-jipi, cabe preguntarse para qué o quién uno quiere ser productivo. ¿Para ganar más plata? ¿Para tener mayor reconocimiento? ¿Para sentir que no se "pierde el tiempo"? ¿Trabajás haciendo lo que te gusta o para cumplir los objetivos de quien te paga el sueldo? ¿Puede que todas? O una combinación, en distingas magnitudes.
En mi experiencia, actualmente estoy tomando Reishi, Melena de León y Cordyceps. Es la combinación que más me ha gustado: un boost de concentración, memoria, energía y buen descanso, por nombrar solo algunos beneficios que noto. A esto le sumo micro-dosis de hongos, ahora empecé a probar con LSD. Aunque, en términos de productividad, lo que más útil me ha resultado es el kambö. Quizás, en este caso, no sea solamente la sustancia en sí sino lo que conlleva: dieta de alimentación, drogas y sexo, consumo consciente de información, entre otras cosas, para desintoxicar el organismo y el ser. Y para que no te sientas tan solo con la tara de la auto-justificación, que también reconozco en mí, cuento esto no como recomendación para que todos se vuelquen a los adaptógenos y medicinas naturales (¿un poco sí?) sino para principalmente relatar mi experiencia en torno al tema que hoy nos compete.
Saludos, mi estimado.
PD: ¿existe la mugre limpia?