Quiero compartir a modo informativo una historia de dos amigos que entraron en una etapa de adicción. Para mostrar un poco que la dependencia física puede darse en cualquier persona y también que para otros parar es simplemente una decisión fácil de tomar.
Una amiga empezó a tomar 1 gramo de cristal puro a diario. Todos los días destilaba un gramo en agua y se lo iba tomando. Al principio le daba los efectos de euforia y todo lo típico. Eran cristales colombianos. Todo esto paso en Medellín. Se gastaba 1000 dólares mensuales debido a este problema. Luego, ya no le hacía el mismo efecto pero sí empezó a utilizarlo como antidepresivo, básicamente, porque si no tomaba ese día, entonces no podía hacer cosas normales como lavar la ropa y ordenar su habitación. Todo esto durante 6 meses, hasta que colapsó.
En ese lapso, otro amigo fue a vivir con ella, y se dejó tentar ya que consumía de forma responsable cada 2 o 3 meses una sola dosis inferior a 200mg y testeada. Pero empezó a seguir el ritmo de ella y también estuvo tomando un gramo diario con Agua. Se gastaron 2 mil dólares ese mes. Un desastre, algo impresionante viéndolo desde todas las ópticas posibles. Sin embargo mi amigo no tuvo problemas de depresión o de malestares, pero decidió irse de la casa de ella y parar de un día a otro el consumo. Ni siquiera tuvo un periodo de pasarla mal, digamos de una semana o de un mes. Todos tenemos cuerpos diferentes. Logró retractarse, se tomó un descanso de medio año y siguió normal, sin problemas de ansiedad o algo similar. Es muy lúcido y muy inteligente. No vi cambios en el a pesar de exponerse a un mes con un gramo al día. Simplemente se fue porque sintió que estaba muy mal todo lo que estaban haciendo.
Volviendo a mi amiga, que seguía en esa aventura que no iba a terminar bien, decidió parar no interrumpiendo el consumo, sino directamente yendo al psiquiatra porque descubrió que empezó a hablar sola, a escuchar voces cuando estaba en el momento sobrio del día o si paraba un día más. Es decir, se activó una esquizofrenia. Empezó a tener problemas de memoria, que ya venían desde el mes que vivió con mi amigo, como que tendía la cama y no recordaba quien había sido; o que cocinaba y luego no entendía por qué había comida; o que pedia pizza en dos lugares diferentes porque no recordaba que había pedido en el primero.
Físicamente no sufrió cambios. Al parecer el hígado no se le jodió. Tenía vida sexual normal. Todo muy funcional a pesar de tremendo abuso, pero mentalmente se arruinó y fue enviada a rehabilitación (internada) durante 1 año (quizás uno y medio) con el fin de traerla a la normalidad mental. En teoría se supone que puede recuperarse de esa especie de brotes. Pero la memoria se la jodió casi al nivel de lo que vive alguien con Alzheimer.
¿Por qué cuento esto? Me interesa mucho la reacción de cada cuerpo con cualquier sustancia y cómo todos procesamos todo distinto. En fin. Pero más allá de eso para dar mi punto de vista, donde noto que el consumo abusivo parte de la NO SUPERACIÓN de la etapa de bajón (digamos esos 20 días siguientes en los que se regulariza el funcionamiento del cerebro). Es decir, cuando la persona se deja ganar de la tentación de superar ese “bajón” sin darse otra dosis de serotonina, pienso, es cuando empieza el abuso, que puede ir de tomar una pastilla todos los fines de semana hasta reventarse con agua sucia durante 6 meses seguidos todos los días.
Mi consejo: el Mdma es una sustancia divertida, pero no deja de ser una droga inteligente o si se quiere una especie de droga psiquiátrica, y hay que respetarla como tal. Hay que tener una postura muy serena y ganarle a la manija, para que cada consumo (espaciado) sea limpio, bonito y no derive en dañar nuestra calidad de vida, sino en, quizás, darle un plus de diversión.
Una amiga empezó a tomar 1 gramo de cristal puro a diario. Todos los días destilaba un gramo en agua y se lo iba tomando. Al principio le daba los efectos de euforia y todo lo típico. Eran cristales colombianos. Todo esto paso en Medellín. Se gastaba 1000 dólares mensuales debido a este problema. Luego, ya no le hacía el mismo efecto pero sí empezó a utilizarlo como antidepresivo, básicamente, porque si no tomaba ese día, entonces no podía hacer cosas normales como lavar la ropa y ordenar su habitación. Todo esto durante 6 meses, hasta que colapsó.
En ese lapso, otro amigo fue a vivir con ella, y se dejó tentar ya que consumía de forma responsable cada 2 o 3 meses una sola dosis inferior a 200mg y testeada. Pero empezó a seguir el ritmo de ella y también estuvo tomando un gramo diario con Agua. Se gastaron 2 mil dólares ese mes. Un desastre, algo impresionante viéndolo desde todas las ópticas posibles. Sin embargo mi amigo no tuvo problemas de depresión o de malestares, pero decidió irse de la casa de ella y parar de un día a otro el consumo. Ni siquiera tuvo un periodo de pasarla mal, digamos de una semana o de un mes. Todos tenemos cuerpos diferentes. Logró retractarse, se tomó un descanso de medio año y siguió normal, sin problemas de ansiedad o algo similar. Es muy lúcido y muy inteligente. No vi cambios en el a pesar de exponerse a un mes con un gramo al día. Simplemente se fue porque sintió que estaba muy mal todo lo que estaban haciendo.
Volviendo a mi amiga, que seguía en esa aventura que no iba a terminar bien, decidió parar no interrumpiendo el consumo, sino directamente yendo al psiquiatra porque descubrió que empezó a hablar sola, a escuchar voces cuando estaba en el momento sobrio del día o si paraba un día más. Es decir, se activó una esquizofrenia. Empezó a tener problemas de memoria, que ya venían desde el mes que vivió con mi amigo, como que tendía la cama y no recordaba quien había sido; o que cocinaba y luego no entendía por qué había comida; o que pedia pizza en dos lugares diferentes porque no recordaba que había pedido en el primero.
Físicamente no sufrió cambios. Al parecer el hígado no se le jodió. Tenía vida sexual normal. Todo muy funcional a pesar de tremendo abuso, pero mentalmente se arruinó y fue enviada a rehabilitación (internada) durante 1 año (quizás uno y medio) con el fin de traerla a la normalidad mental. En teoría se supone que puede recuperarse de esa especie de brotes. Pero la memoria se la jodió casi al nivel de lo que vive alguien con Alzheimer.
¿Por qué cuento esto? Me interesa mucho la reacción de cada cuerpo con cualquier sustancia y cómo todos procesamos todo distinto. En fin. Pero más allá de eso para dar mi punto de vista, donde noto que el consumo abusivo parte de la NO SUPERACIÓN de la etapa de bajón (digamos esos 20 días siguientes en los que se regulariza el funcionamiento del cerebro). Es decir, cuando la persona se deja ganar de la tentación de superar ese “bajón” sin darse otra dosis de serotonina, pienso, es cuando empieza el abuso, que puede ir de tomar una pastilla todos los fines de semana hasta reventarse con agua sucia durante 6 meses seguidos todos los días.
Mi consejo: el Mdma es una sustancia divertida, pero no deja de ser una droga inteligente o si se quiere una especie de droga psiquiátrica, y hay que respetarla como tal. Hay que tener una postura muy serena y ganarle a la manija, para que cada consumo (espaciado) sea limpio, bonito y no derive en dañar nuestra calidad de vida, sino en, quizás, darle un plus de diversión.