[GUÍA] PLANTATE! - Parte II - Información Básica (y Necesaria)

[Hammett]

INDOOR Vs. OUTDOOR (Interior Vs. Exterior)

A pesar que la planta posee los mismos requerimientos de crecimiento tanto afuera como adentro, crecer marihuana en interiores es completamente distinto a hacerlo en exteriores. Para tener éxito, el cultivador debe recrear el ambiente que la planta recibiría normalmente en un jardín al sol. Muchos hemos tirado alguna vez una semilla a la tierra, así nomás, y ésta ha crecido sola, con las fuerzas de la naturaleza. Pues dentro de casa, NOSOTROS somos la naturaleza y debemos atender los requerimientos constantes que demanda una planta para tener un crecimiento en perfecta salud y condiciones. Muchos novatos que no logran tener éxito en interiores es porque desconocen completamente estos requerimientos y procedimientos básicos. Por eso, nuevamente, insisto: si estás leyendo esto y aún no pasaste por los posteos anteriores, HACELO. Para aprender a multiplicar, primero debes aprender a sumar y restar. Es básico.

 

En exterior, la planta cumple normalmente su ciclo en un año calendario, pudiéndose extraer hasta dos cosechas. Como el pánico y la persecuta siempre están presentes mientras mantengan prohibida a la mejor planta del planeta (Y esto NO ES apología: tiene infinitas aplicaciones medicinales e industriales, tiene la habilidad de reciclar rápidamente suelos devastados por monocultivos como la soja, y protege el medio ambiente convirtiendo CO2 en Oxígeno), cuando se cultiva en exterior muchas veces se eligen lugares escondidos donde el sol no pega a pleno. Son pocos los que se atreven a plantar Cannabis a la vista de todo el mundo, y no me incluyo.

 

Las condiciones del clima a veces resultan extremas. El aire normalmente es fresco y corre libremente, pero también puede tornarse muy húmedo debido a lluvias constantes, o ser muy seco en zonas áridas, demasiado frío en zonas de montaña, y muy ventoso (y húmedo) cerca del mar, o cuando a la Naturaleza se le canta ponerse fiera, cosa que se ve cada vez más seguido.

El frío intenso detiene el crecimiento, mientras que las temperaturas bajo cero liquidan a la planta en poco tiempo. Un tiempo lluvioso que dure una semana crea mucha humedad que pone a las flores en serio peligro de contraer enfermedades a causa de los hongos. Sacando del medio desastres como tornados o huracanes, el viento intenso de una tormenta puede dañar en parte o completamente una planta. Ni hablar del granizo, que las deja como si un tren les hubiera pasado por encima.

Si tenemos a la planta en el fondo de la casa, podemos proveerle agua cuando no llueve, y nutrientes en forma orgánica con facilidad, pero si la tenemos escondida en el monte, las cosas empiezan a complicarse. El riesgo de afano a manos de cualquiera siempre está presente cuando la planta está a la intemperie, como también sigue vigente el peligro del buchoneo y de ir en cana por el simple y mero hecho de cultivar una planta medicinal extraordinaria.

 

Los suelos en exteriores pueden convertirse en muy ácidos o muy alcalinos con valores tóxicos. El drenaje puede ser muy pobre si no trabajamos previamente la tierra o hacemos un buen cantero.

Uno de los mayores problemas es el control de insectos, ya que aman las cualidades de ésta planta. Echar insecticidas significa envenenar a la planta y a quien la consume (insectos, animales y humanos), por lo que a veces es casi imposible controlar las pestes por completo. Los hongos son otro gran problema, al igual que cientos de microorganismos nocivos.

Pensar que la planta produce cannabinoides para repeler gran cantidad de insectos, pero a éstos, al igual que a nosotros, no parece importarles demasiado.

La única ventaja que puede tener una planta en exteriores es el tamaño y peso que puede alcanzar creciendo anualmente con un sol a pleno. El resto de las cualidades de la planta, se puede lograr de igual (o mejor) forma en interior.

El cultivo interior ofrece muchas ventajas. Tantas, que se podría escribir un libro entero (de hecho, los hay). Vamos a adentrarnos en, a mi forma de ver, las más importantes.

Crecer plantas bajo luces eléctricas nos otorga una serie de alternativas favorables. Podemos obtener entre 4 y 6 cosechas anuales creciendo plantas a partir de clones. Una lámpara a Alta Intensidad de Descarga (HID) es como tener un pequeño sol en casa, y la misma la podemos programar y regular, lo que nos permite controlar el FOTOPERÍODO de las plantas, que no es otra cosa que la cantidad de horas de luz, contra la cantidad de horas de oscuridad. Manteniendo la luz encendida en forma permanente o por 18 horas diarias, la planta se mantiene eternamente sin florecer (salvo excepciones). Esto nos permite conservar plantas madres o dadoras en estado vegetativo en forma permanente entregando clones.

 

Cada vez que queremos que las plantas comiencen a florar ajustamos nuestro timer reduciendo la cantidad de horas de luz de 18 a 12 sin tener que esperar el cambio de estación ocurrido en exteriores. En interiores, no hay verano, otoño, primavera ni invierno. Nosotros podemos administrar, inclusive, luz en las noches y oscuridad durante el día, o saltar del verano al invierno de forma inmediata.

En interiores, no existen ni tormentas, ni vientos fuertes, ni lluvias. El viento moderado, necesario parla correcta circulación y renovación del aire, bueno para la fabricación de celulosa del tallo y modulador del correcto funcionamiento de la estómata en las hojas, es proporcionado por el cultivador a base de ventiladores fijos o de pie, acondicionadores y extractores.

La lluvia, inexistente bajo techo, suplidora del agua esencial, es suplantada por el riego periódico, manual o mecanizado. Inclusive se puede recolectar lluvia rica en Nitrógeno y ácido carbónico para usarla cuando sea necesario. Dicho sea de paso, es la mejor agua que se les puede dar a las plantas y se ve en los resultados posteriores. Comparándolas, como si el agua de la canilla fuera maquillaje berreta comprado en el Once, y el agua de lluvia maquillaje Revlón. Obviamente que la jeta y la piel quedan mejor con el 2do.

Las altas o bajas temperaturas en exteriores que calcinan o congelan a las plantas, son controladas fácilmente a partir de un termómetro, un acondicionador y un calentador o estufa, más allá de las paredes y el techo que ayudan a controlar los excesos.

 

Habiendo hecho una correcta limpieza, desinfección (A FONDO!!!) y sellado completo del lugar que se usará como sala de cultivo, previamente a comenzar a hacer nada, hay muy pocas chances que tengamos algún problema de pestes o insectos. Si no tienen por donde ingresar, sumado a que llevamos un control diario y minucioso de nuestras inquilinas, es bastante improbable (aunque no imposible) que pudieran aparecer y multiplicarse inadvertidamente.

La humedad se chequea con un HIGRÓMETRO: si hay exceso, aumentamos el calor y la ventilación o introducimos un deshumidificador. Si el ambiente se torna muy seco, agregamos humedad con riego abundante, rociadores o evaporando agua (se ponen tachitos de agua alrededor de las macetas durante las horas de luz). Al aire libre, es imposible controlar la temperatura y la humedad.

También, si necesitamos una concentración mayor de CO2 para promover un crecimiento más rápido y exuberante, podemos aumentarlo de varias formas que explicaremos mas adelante.

Es muy fácil proveer un suelo ideal en interiores, sin acidificar o amargar desbalanceando el PH. El drenaje perfecto a su vez se controla con contenedores y macetas. En un cantero, es difícil calcular el movimiento del agua. Tampoco es posible observar las raíces, opción que si te da el cultivo en macetas. En exterior, la única forma de controlar raíces, es si usamos macetas en lugar del suelo.

 

Para finalizar, es mucho más difícil que te roben una planta del indoor, a una que este afuera sonriéndole a los pajaritos con un cartel que dice “CHOREAME, total no creo que el dueño llame a la Policía”. Dentro de casa, si no abrimos la bocota (último enemigo mortal de un cultivador) pueden permanecer como un tesoro, lejos de los indeseables y depredadores. Sólo por esa razón, el cultivo de interiores ha crecido y se ha desarrollado a unas escalas sin precedentes.

PRÓXIMA PARTE:

* III - HÁGASE LA LUZ. Lámparas. Reflectores. Fotoperíodo y control del mismo