11-02-2017, 10:01 PM
Hola gente! Hace poco más de dos semanas arranqué con las microdosis de LSD, les paso a contar la experiencia.
La cuestión es que decidí arrancar porque últimamente me venía sintiendo medio bajoneado, estaba durmiendo mucho y con ganas de no hacer nada... Encima andaba con un par de exámenes y trabajos para preparar y no lograba entrar en la sintonía de encarar.
Mi rutina es así: tomo un día, descanso dos. Tengo unos cartones que por el mambo sé que son LSD o algún análogo, ni idea la potencia. Cuándo tomo, me mando 1/8. Los días que dosifico trato de empezarla bien temprano, con un desayuno liviano y en lo posible evito tomar mate/café, por lo menos durante las primeras horas del viaje.
La cuestión es que el pegue es prácticamente imperceptible, por ahí me siento con un poco más de energía, mejor humor y con ganas de hacer cosas. Como la dosis es tan baja no tengo problema para dormir, cosa que en general al tomar 1/4 o más se me hace imposible hasta pasadas mínimo 12hs de la ingesta.
Qué cambios vengo notando? Antes de arrancar venía con una vida recontra sedentaria... deporte ni por asomo. Pocos días después de arrancar me compré una bici, y ahora pedaleo al laburo (13km) casi todos los días; le metí al estudio y salvé el examen que di, y me siento menos embichado con gente alrededor y más propenso a entablar una conversación fluida con gente amiga o algún desconocido.
Me quedan 2 cartones enteros y algún octavito suelto... mi idea por ahora es completar por lo menos un par de meses, después frenar y ver si vuelvo al estado de ánimo de antes de tomar. Pero por lo visto me da la impresión de que esto me viene dando más beneficios que contras.
Otra cosa, si les dan las bolas lo mejor sería dosificar volumétricamente el LSD, diluyendo un cartón (o varios) en una cantidad conocida de agua destilada o alcohol, así las dosis se hacen más uniformes. Yo soy medio pajero y tomo de a octavos, pero obviamente al cortarlos no me quedan del todo parejo.. y el cartón perfecatamente puede estar dosificado de manera no uniforme.
La cuestión es que decidí arrancar porque últimamente me venía sintiendo medio bajoneado, estaba durmiendo mucho y con ganas de no hacer nada... Encima andaba con un par de exámenes y trabajos para preparar y no lograba entrar en la sintonía de encarar.
Mi rutina es así: tomo un día, descanso dos. Tengo unos cartones que por el mambo sé que son LSD o algún análogo, ni idea la potencia. Cuándo tomo, me mando 1/8. Los días que dosifico trato de empezarla bien temprano, con un desayuno liviano y en lo posible evito tomar mate/café, por lo menos durante las primeras horas del viaje.
La cuestión es que el pegue es prácticamente imperceptible, por ahí me siento con un poco más de energía, mejor humor y con ganas de hacer cosas. Como la dosis es tan baja no tengo problema para dormir, cosa que en general al tomar 1/4 o más se me hace imposible hasta pasadas mínimo 12hs de la ingesta.
Qué cambios vengo notando? Antes de arrancar venía con una vida recontra sedentaria... deporte ni por asomo. Pocos días después de arrancar me compré una bici, y ahora pedaleo al laburo (13km) casi todos los días; le metí al estudio y salvé el examen que di, y me siento menos embichado con gente alrededor y más propenso a entablar una conversación fluida con gente amiga o algún desconocido.
Me quedan 2 cartones enteros y algún octavito suelto... mi idea por ahora es completar por lo menos un par de meses, después frenar y ver si vuelvo al estado de ánimo de antes de tomar. Pero por lo visto me da la impresión de que esto me viene dando más beneficios que contras.
Otra cosa, si les dan las bolas lo mejor sería dosificar volumétricamente el LSD, diluyendo un cartón (o varios) en una cantidad conocida de agua destilada o alcohol, así las dosis se hacen más uniformes. Yo soy medio pajero y tomo de a octavos, pero obviamente al cortarlos no me quedan del todo parejo.. y el cartón perfecatamente puede estar dosificado de manera no uniforme.