18-12-2024, 10:03 PM
(Última modificación: 20-12-2024, 04:44 PM por Xarof.
Razón: Agregado del tag
)
Buenas!
Aprovecho este primer mensaje para contarles una experiencia con MDMA que cambió por completo la relación con mi pareja. Antes de eso, yo lo había probado alguna que otra vez en fiestas, pero nunca le di la importancia que realmente merecía; siempre quedaba relegado a un segundo plano y no me volvía loco. Sin embargo, hace un par de años sucedió algo que lo cambió todo.
Mi hermano se mudó al extranjero y, antes de irse, me dejó un pequeño “regalito”: unas rolas, un poquito de cristal y medio cartoncito de LSD. Por aquel entonces yo estaba volviendo con una ex con la que habíamos terminado por cuestiones ajenas a nosotros, y decidimos darle una segunda oportunidad a la relación conviviendo nuevamente. Un par de meses después, le comenté que tenía MDMA guardado y, sobre todo, que me había enterado de lo increíble que podía ser en la intimidad. Quería probarlo con ella, pero había un detalle: ella era súper anti-drogas, había tenido un hermano con adicciones y una familia re cerrada, asique estaba complicado. Apenas había probado una seca de un faso una vez, sin mayor efecto. Estuve como un par de semanas convenciendola, explicándole que si se hacía bien no era adictivo ni tenia consecuencias negativas.
Finalmente, una semana antes de Navidad de hace dos años se dio. Arrancamos con un poquito de cristal y, más tarde, la mitad de una pastilla. Al principio fue todo muy suave: algo de calor, algo de mareo, la panza medio revuelta. Pero cuando menos lo esperamos, nos encontramos hablando sin traba mental alguna. Nos decíamos lo increíble que se sentía, pero sobre todo nos metimos en temas temas de la pareja que jamás habíamos charlado. "Yo hago tal cosa porque creo que a vos te gusta…", "A mí me encantaría que vos pruebes esto otro…", y así con asuntos sexuales y no sexuales. Pasamos entre cinco y siete horas charlando sin parar. Lo más gracioso es que aunque empezamos con la idea de tener sexo bajo el efecto del MDMA casi ni lo intentamos. Chapamos, nos mimamos y fue todo amor total, pero no hubo penetración porque simplemente no se me paró, y la charla estaba demasiado buena como para cortar el momento, fueron horas recostados acariciándonos y hablando. Después vino el famoso “bajón” del que tanto había leído, pero por suerte lo sobrellevamos bastante bien. Ese día fue un antes y un después, la relación se transformo por completo, había mutado algo totalmente nuevo. Nos entendimos a un nivel diferente, porque todo lo que estaba oculto o pendiente había salido a la luz y se había aclarado. Tanto nos impresionó que empecé a recomendar la experiencia a parejas amigas sin dudarlo jaja.
Tras esa primera vez, nos metimos de lleno y nos informarnos mejor sobre el MDMA. Averiguamos dosis, tiempos de descanso, la importancia de mantenerse hidratados con agua y suplementos (magnesio, potasio, sal rosada, etc.). A los dos meses volvimos a consumir (si, nos saltamos el tiempo de descanso jajaja). Esta segunda vez volvimos a charlar muchísimo, intentamos retomar el tema sexual, pero otra vez no pude acabar ni se paraba al 100%. Lo positivo es que no hubo tanto bajón al final.
La tercera experiencia llegó unos tres meses después, pero teníamos poco MDMA. Decidimos usar el medio cartoncito de LSD que llevaba más de un año guardado. Nos repartimos la mitad cada uno, pusimos un cronómetro y a la hora no sentíamos nada. Nos impacientamos y tomamos una mitad cada uno de la rola que nos quedaba. Al rato cuando creíamos que no iba a pegar, el MDMA empezó a subir lento pero seguro. Ese viaje fue totalmente distinto. La mezcla con el LSD fue muy rara, no tuvimos nada de alucinaciones extremas, apenas líneas o distorsiones en la piel, pero sí genero que el efecto del MDMA se extendiera por más tiempo. Además, en un momento le agregamos el poco cristal que quedaba. Fue una locura total. La sensación fue más prolongada y en la parte sexual experimenté algo que nunca me habia pasado: una especie de “multiorgasmo” masculino. Mientras hablábamos en el sillón, mi novia me masturbaba y cada tanto la chupaba, y yo sentía cada tanto que acababa pero sin eyaculación real (en ese momento pensaba que estaba eyaculando pero dps al final me di cuenta que donde cria haber acabado estaba todo seco asique no, era solo sensacion). Cuando por fin acabé, ella lo tragó, algo que nunca antes habia podido hacer. Toda la noche tuvo conversaciones, caricias y una conexión indescriptible. Al bajar el efecto del MDMA, el LSD se volvió más introspectivo, y recién pudimos dormir alrededor de las 10 de la mañana (habiamos empezado 23 de la noche aproximadamente). Fue una experiencia tan única que todavía no sabemos si fue por el LSD envejecido, la mezcla con el mdma o que.
Desde ahi, acordamos hacer estos “viajes” mínimos cada tres/cuatro meses. El mayor problema fue conseguir buen MDMA de nuevo. Mi hermano no quería soltar el dato de su dealer (calculo que tenia miedo de que le pida cocaiana o alguna droga mas adictiva, o simplemente no lo tenia, anda a saber), así que pasamos por algunos intentos fallidos, estafas en Telegram y demás. Finalmente, conseguimos un gramo de cristal auténtico y unas rolas DJ. A lo largo de los dos años habremos tenido unas ocho o nueve sesiones, siempre manteniendo una frecuencia de cada tres meses aprox. ALgunos viajes fueron mas leves y otros mas alocados, ayudo bastante que nos cuidamos con la alimentación, no tomamos alcohol, entrenamos y que siempre lo hicimos un dia viernes o sabado asi el día siguiente lo teniamos tranquilo.
Hay que destacar que una vez antes de volver a comprar por 2da vez tomamos por exceso, siemprel e metiamos 130/150 mg yo y ella 100/130 mg, y esa vez croe que habremos estado en los 200, 250 mg cada uno, el otro dia fue durisimo, aprendimos por las malas que es verdad que mas no significa mejor.
Y por el otro lado, la última vez hace un par de meses, usamos las últimas dos pastillas que nos quedaban, divididas en mitades (dosificamos una mitad primero y otra mitad despues) y aunque la dosis fue menor, el efecto fue muy bueno. El viaje fue más corto y algo más suave, pero sin bajón alguno, y encima al otro día nos sentíamos casi normales y pudimos hacer del dia un dia normal.
En conclusión, la “terapia” con MDMA en pareja desde mi experiencia es increíble. Ahora estamos tratando de conseguir nuevamente MDMA de confianza. Esta vez queremos probar en alguna fiesta electrónica o en algun lugar con otras peronas, probar algo más recreativo porque hasta ahora siempre fue algo entre los dos, muy íntimo. Si alguien tiene recomendaciones o experiencias similares, son más que bienvenidas!
TL;DR hecho con chatgpt:
El autor y su pareja probaron MDMA y descubrieron que la experiencia transformó radicalmente su relación, abriendo una comunicación profunda y mejorando su conexión emocional. Aunque la intención inicial era potenciar el sexo, la mayor parte del tiempo se dedicaron a conversar y a resolver temas que jamás habían abordado. Con más información, fueron ajustando dosis, descansos y cuidados, incorporando incluso LSD en una ocasión, lo que intensificó y prolongó el efecto. Tras múltiples sesiones, concluyen que el MDMA actúa como una especie de “terapia de pareja”, y ahora buscan repetir la experiencia de forma confiable, incluso en contextos más sociales. (agregado mio: respetar dosis y descansos, tomar mas MDMA no siempre significa mas o mejor viaje)
Aprovecho este primer mensaje para contarles una experiencia con MDMA que cambió por completo la relación con mi pareja. Antes de eso, yo lo había probado alguna que otra vez en fiestas, pero nunca le di la importancia que realmente merecía; siempre quedaba relegado a un segundo plano y no me volvía loco. Sin embargo, hace un par de años sucedió algo que lo cambió todo.
Mi hermano se mudó al extranjero y, antes de irse, me dejó un pequeño “regalito”: unas rolas, un poquito de cristal y medio cartoncito de LSD. Por aquel entonces yo estaba volviendo con una ex con la que habíamos terminado por cuestiones ajenas a nosotros, y decidimos darle una segunda oportunidad a la relación conviviendo nuevamente. Un par de meses después, le comenté que tenía MDMA guardado y, sobre todo, que me había enterado de lo increíble que podía ser en la intimidad. Quería probarlo con ella, pero había un detalle: ella era súper anti-drogas, había tenido un hermano con adicciones y una familia re cerrada, asique estaba complicado. Apenas había probado una seca de un faso una vez, sin mayor efecto. Estuve como un par de semanas convenciendola, explicándole que si se hacía bien no era adictivo ni tenia consecuencias negativas.
Finalmente, una semana antes de Navidad de hace dos años se dio. Arrancamos con un poquito de cristal y, más tarde, la mitad de una pastilla. Al principio fue todo muy suave: algo de calor, algo de mareo, la panza medio revuelta. Pero cuando menos lo esperamos, nos encontramos hablando sin traba mental alguna. Nos decíamos lo increíble que se sentía, pero sobre todo nos metimos en temas temas de la pareja que jamás habíamos charlado. "Yo hago tal cosa porque creo que a vos te gusta…", "A mí me encantaría que vos pruebes esto otro…", y así con asuntos sexuales y no sexuales. Pasamos entre cinco y siete horas charlando sin parar. Lo más gracioso es que aunque empezamos con la idea de tener sexo bajo el efecto del MDMA casi ni lo intentamos. Chapamos, nos mimamos y fue todo amor total, pero no hubo penetración porque simplemente no se me paró, y la charla estaba demasiado buena como para cortar el momento, fueron horas recostados acariciándonos y hablando. Después vino el famoso “bajón” del que tanto había leído, pero por suerte lo sobrellevamos bastante bien. Ese día fue un antes y un después, la relación se transformo por completo, había mutado algo totalmente nuevo. Nos entendimos a un nivel diferente, porque todo lo que estaba oculto o pendiente había salido a la luz y se había aclarado. Tanto nos impresionó que empecé a recomendar la experiencia a parejas amigas sin dudarlo jaja.
Tras esa primera vez, nos metimos de lleno y nos informarnos mejor sobre el MDMA. Averiguamos dosis, tiempos de descanso, la importancia de mantenerse hidratados con agua y suplementos (magnesio, potasio, sal rosada, etc.). A los dos meses volvimos a consumir (si, nos saltamos el tiempo de descanso jajaja). Esta segunda vez volvimos a charlar muchísimo, intentamos retomar el tema sexual, pero otra vez no pude acabar ni se paraba al 100%. Lo positivo es que no hubo tanto bajón al final.
La tercera experiencia llegó unos tres meses después, pero teníamos poco MDMA. Decidimos usar el medio cartoncito de LSD que llevaba más de un año guardado. Nos repartimos la mitad cada uno, pusimos un cronómetro y a la hora no sentíamos nada. Nos impacientamos y tomamos una mitad cada uno de la rola que nos quedaba. Al rato cuando creíamos que no iba a pegar, el MDMA empezó a subir lento pero seguro. Ese viaje fue totalmente distinto. La mezcla con el LSD fue muy rara, no tuvimos nada de alucinaciones extremas, apenas líneas o distorsiones en la piel, pero sí genero que el efecto del MDMA se extendiera por más tiempo. Además, en un momento le agregamos el poco cristal que quedaba. Fue una locura total. La sensación fue más prolongada y en la parte sexual experimenté algo que nunca me habia pasado: una especie de “multiorgasmo” masculino. Mientras hablábamos en el sillón, mi novia me masturbaba y cada tanto la chupaba, y yo sentía cada tanto que acababa pero sin eyaculación real (en ese momento pensaba que estaba eyaculando pero dps al final me di cuenta que donde cria haber acabado estaba todo seco asique no, era solo sensacion). Cuando por fin acabé, ella lo tragó, algo que nunca antes habia podido hacer. Toda la noche tuvo conversaciones, caricias y una conexión indescriptible. Al bajar el efecto del MDMA, el LSD se volvió más introspectivo, y recién pudimos dormir alrededor de las 10 de la mañana (habiamos empezado 23 de la noche aproximadamente). Fue una experiencia tan única que todavía no sabemos si fue por el LSD envejecido, la mezcla con el mdma o que.
Desde ahi, acordamos hacer estos “viajes” mínimos cada tres/cuatro meses. El mayor problema fue conseguir buen MDMA de nuevo. Mi hermano no quería soltar el dato de su dealer (calculo que tenia miedo de que le pida cocaiana o alguna droga mas adictiva, o simplemente no lo tenia, anda a saber), así que pasamos por algunos intentos fallidos, estafas en Telegram y demás. Finalmente, conseguimos un gramo de cristal auténtico y unas rolas DJ. A lo largo de los dos años habremos tenido unas ocho o nueve sesiones, siempre manteniendo una frecuencia de cada tres meses aprox. ALgunos viajes fueron mas leves y otros mas alocados, ayudo bastante que nos cuidamos con la alimentación, no tomamos alcohol, entrenamos y que siempre lo hicimos un dia viernes o sabado asi el día siguiente lo teniamos tranquilo.
Hay que destacar que una vez antes de volver a comprar por 2da vez tomamos por exceso, siemprel e metiamos 130/150 mg yo y ella 100/130 mg, y esa vez croe que habremos estado en los 200, 250 mg cada uno, el otro dia fue durisimo, aprendimos por las malas que es verdad que mas no significa mejor.
Y por el otro lado, la última vez hace un par de meses, usamos las últimas dos pastillas que nos quedaban, divididas en mitades (dosificamos una mitad primero y otra mitad despues) y aunque la dosis fue menor, el efecto fue muy bueno. El viaje fue más corto y algo más suave, pero sin bajón alguno, y encima al otro día nos sentíamos casi normales y pudimos hacer del dia un dia normal.
En conclusión, la “terapia” con MDMA en pareja desde mi experiencia es increíble. Ahora estamos tratando de conseguir nuevamente MDMA de confianza. Esta vez queremos probar en alguna fiesta electrónica o en algun lugar con otras peronas, probar algo más recreativo porque hasta ahora siempre fue algo entre los dos, muy íntimo. Si alguien tiene recomendaciones o experiencias similares, son más que bienvenidas!
TL;DR hecho con chatgpt:
El autor y su pareja probaron MDMA y descubrieron que la experiencia transformó radicalmente su relación, abriendo una comunicación profunda y mejorando su conexión emocional. Aunque la intención inicial era potenciar el sexo, la mayor parte del tiempo se dedicaron a conversar y a resolver temas que jamás habían abordado. Con más información, fueron ajustando dosis, descansos y cuidados, incorporando incluso LSD en una ocasión, lo que intensificó y prolongó el efecto. Tras múltiples sesiones, concluyen que el MDMA actúa como una especie de “terapia de pareja”, y ahora buscan repetir la experiencia de forma confiable, incluso en contextos más sociales. (agregado mio: respetar dosis y descansos, tomar mas MDMA no siempre significa mas o mejor viaje)