Como comenté en mi post anterior, quise experimentar una dosis alta y en soledad, para apreciar bien los efectos.
Última toma: 9 días atrás, 50 ug
Todo comienza ayer lunes a la salida del trabajo. Llegué a mi casa, hice dos o tres cositas que tenía que hacer y a las 19:40 tomé 1 cartón y 1/4 de 1P-LSD, siendo así una dosis de 125 ug. (Estos cartones tienen 100 ug según indica la etiqueta).
Mientras tenía los cartones en la lengua aproveché para armar dos porritos que fumaría en la noche.
Las primeras sensaciones que indicaban que iba por buen camino empezaron a aparecer a la media hora de haber tomado, me sentía nervioso, como hiperactivo. Sentía que algo estaba por pasar. Si bien no fue para nada molesto tampoco era una sensación muy placentera.
Aproximadamente a los 45 minutos esos nervios desaparecieron, y me invadió una total sensación de euforia. Ganas de saltar, correr, reírme, estar activo. Seguí sintiéndome así y a la hora de haber tomado decidí salir a dar una vuelta.
Salí a la calle y me sentía totalmente alegre, tenía una sonrisa dibujada en mi rostro que no podía borrar, ganas de reírme y me sentía medio “colgado”, con ganas de fijarme en los detalles de todo.
Habré caminado una media hora, en este momento estarían pasando 1 hora y media desde la toma y sentía que cada vez iba subiendo más.
Cuando llegué a mi casa se me ocurrió apagar las luces del living y prender una vela y un incienso, el fuego me hacía alucinar, me quedaba colgado mirando el humo del incienso, me sentía muy puesto. Ahí decido prender uno de los dos porros que había armado para la noche.
Ahí me quedé en el sillón fumando unos 10 minutos que parecieron eternos. Pensando en mil cosas.
Me levanté, me fui a mi cuarto, que la luz estaba prendida, lo sentía como un ambiente totalmente distinto al living, y me puse a escuchar música con auriculares. Puse mi banda favorita y la sentí como nunca antes. Sentía como cierta “profundidad”, o “grosor” en la música, algo muy difícil de explicar, incluso de recordar lo que yo mismo estaba sintiendo ayer. Escuché sólo algunas canciones, como medio disco, tirado en la cama. Por supuesto que también me paraba de vez en cuando, me miraba en el espejo, y otras boludeces. Pero en un momento volví a acostarme y cerrar los ojos.
Para este momento de la noche la cosa se volvió un tanto confusa y apagué la música. Ahí no diría que tuve un mal viaje pero sí que sentía que mi cerebro estaba descargando demasiada información, estaba confundido, me sentía incómodo, como que necesitaba que mi conciencia se “callara” un poco, no sé si me explico. No sabía que hacer, demasiados pensamientos iban y venían.
Afortunadamente esa sensación desapareció luego de unos 15 minutos. A esta altura ya hacían 2 horas y media que había tomado aproximadamente, y empezó el hambre. Me dio muchísima hambre, por lo que fui arrasando con cosas que había en mi casa pero no estaba totalmente saciado.
Estuve un rato pensando si debía salir una vez más o no. Pero tenía hambre y estaba hiperactivo así que decidí salir a la calle otra vez. Caminé un poco antes de entrar en una estación de servicio y comprar un alfajor triple de dulce de leche. Eso para mi fue una hazaña, a decir verdad.
Cuando salí decidí seguir dando vueltas, así que comí el alfajor en la calle, que me hizo sentir totalmente saciado. Ahí podría decir que algunas de las pocas sensaciones incómodas que aún tenía (creo que por el hambre) desaparecieron por completo.
Caminé por ahí hasta que me quedé sentado en un banco de una calle peatonal de adoquines con palmeras, muy linda.
Mi ciudad es pequeñísima y ese día, como casi todos los días entre semana de noche no había mucha gente en la calle, me sentía muy tranquilo.
Ahí fue cuando creo que tuve las primeras visuales fuertes, aunque esta vez sí noté antes que los colores brillaban muy intenso. Me quedaba mirando los adoquines y alucinando, podría haber estado horas ahí simplemente mirando fijamente las cosas.
Recuerdo que me llamaba la atención el color verde brillante de unas hojas que crecían entre los adoquines, hasta sentí la necesidad de tocarlos.
Sentía la ondulación suave de las palmeras como algo muy placentero, miraba a mis lados y sentía que todo se ensanchaba, como por ejemplo que un auto estacionado se alejaba. Todos los ruidos lejanos se sentían con alguna distorsión, como místicos por así decirlo.
Caminé de nuevo, fui a una plaza, que era un ambiente distinto, en la peatonal estaba todo iluminado, la plaza estaba bastante oscura. Estuve sentado en un banco mirando fijamente las cosas, teniendo visuales y pensando sobre mi vida. Ahí estuve unos 20 minutos.
La noche siguió y volví a ir a la peatonal, que es uno de los lugares favoritos míos de mi ciudad. Seguía sintiendo lo mismo que antes, alucinaciones si me quedaba mirando fijo, sensación de relajación, de tranquilidad, las palmeras la verdad que emitían un sonido por la brisa muy relajante.
A la 1 am volví a casa. Me fumé el otro porro, y me quedé en mi cuarto mirando videos, fumando y simplemente pasando el tiempo, ya me sentía más consciente pero aún alterado considerablemente. Todavía tenía algunas distorsiones visuales leves y lo que más sentía alterado era el sentido del oído todavía.
La noche siguió pasando y levemente fueron bajando los efectos, a las 2:30 am intenté apagar todo y dormirme, cosa que obviamente no logré hasta pasadas unas cuantas horas.
De nuevo, el post fue lindo, para nada de resaca, ni sueño a pesar de haber dormido casi nada.
Última toma: 9 días atrás, 50 ug
Todo comienza ayer lunes a la salida del trabajo. Llegué a mi casa, hice dos o tres cositas que tenía que hacer y a las 19:40 tomé 1 cartón y 1/4 de 1P-LSD, siendo así una dosis de 125 ug. (Estos cartones tienen 100 ug según indica la etiqueta).
Mientras tenía los cartones en la lengua aproveché para armar dos porritos que fumaría en la noche.
Las primeras sensaciones que indicaban que iba por buen camino empezaron a aparecer a la media hora de haber tomado, me sentía nervioso, como hiperactivo. Sentía que algo estaba por pasar. Si bien no fue para nada molesto tampoco era una sensación muy placentera.
Aproximadamente a los 45 minutos esos nervios desaparecieron, y me invadió una total sensación de euforia. Ganas de saltar, correr, reírme, estar activo. Seguí sintiéndome así y a la hora de haber tomado decidí salir a dar una vuelta.
Salí a la calle y me sentía totalmente alegre, tenía una sonrisa dibujada en mi rostro que no podía borrar, ganas de reírme y me sentía medio “colgado”, con ganas de fijarme en los detalles de todo.
Habré caminado una media hora, en este momento estarían pasando 1 hora y media desde la toma y sentía que cada vez iba subiendo más.
Cuando llegué a mi casa se me ocurrió apagar las luces del living y prender una vela y un incienso, el fuego me hacía alucinar, me quedaba colgado mirando el humo del incienso, me sentía muy puesto. Ahí decido prender uno de los dos porros que había armado para la noche.
Ahí me quedé en el sillón fumando unos 10 minutos que parecieron eternos. Pensando en mil cosas.
Me levanté, me fui a mi cuarto, que la luz estaba prendida, lo sentía como un ambiente totalmente distinto al living, y me puse a escuchar música con auriculares. Puse mi banda favorita y la sentí como nunca antes. Sentía como cierta “profundidad”, o “grosor” en la música, algo muy difícil de explicar, incluso de recordar lo que yo mismo estaba sintiendo ayer. Escuché sólo algunas canciones, como medio disco, tirado en la cama. Por supuesto que también me paraba de vez en cuando, me miraba en el espejo, y otras boludeces. Pero en un momento volví a acostarme y cerrar los ojos.
Para este momento de la noche la cosa se volvió un tanto confusa y apagué la música. Ahí no diría que tuve un mal viaje pero sí que sentía que mi cerebro estaba descargando demasiada información, estaba confundido, me sentía incómodo, como que necesitaba que mi conciencia se “callara” un poco, no sé si me explico. No sabía que hacer, demasiados pensamientos iban y venían.
Afortunadamente esa sensación desapareció luego de unos 15 minutos. A esta altura ya hacían 2 horas y media que había tomado aproximadamente, y empezó el hambre. Me dio muchísima hambre, por lo que fui arrasando con cosas que había en mi casa pero no estaba totalmente saciado.
Estuve un rato pensando si debía salir una vez más o no. Pero tenía hambre y estaba hiperactivo así que decidí salir a la calle otra vez. Caminé un poco antes de entrar en una estación de servicio y comprar un alfajor triple de dulce de leche. Eso para mi fue una hazaña, a decir verdad.
Cuando salí decidí seguir dando vueltas, así que comí el alfajor en la calle, que me hizo sentir totalmente saciado. Ahí podría decir que algunas de las pocas sensaciones incómodas que aún tenía (creo que por el hambre) desaparecieron por completo.
Caminé por ahí hasta que me quedé sentado en un banco de una calle peatonal de adoquines con palmeras, muy linda.
Mi ciudad es pequeñísima y ese día, como casi todos los días entre semana de noche no había mucha gente en la calle, me sentía muy tranquilo.
Ahí fue cuando creo que tuve las primeras visuales fuertes, aunque esta vez sí noté antes que los colores brillaban muy intenso. Me quedaba mirando los adoquines y alucinando, podría haber estado horas ahí simplemente mirando fijamente las cosas.
Recuerdo que me llamaba la atención el color verde brillante de unas hojas que crecían entre los adoquines, hasta sentí la necesidad de tocarlos.
Sentía la ondulación suave de las palmeras como algo muy placentero, miraba a mis lados y sentía que todo se ensanchaba, como por ejemplo que un auto estacionado se alejaba. Todos los ruidos lejanos se sentían con alguna distorsión, como místicos por así decirlo.
Caminé de nuevo, fui a una plaza, que era un ambiente distinto, en la peatonal estaba todo iluminado, la plaza estaba bastante oscura. Estuve sentado en un banco mirando fijamente las cosas, teniendo visuales y pensando sobre mi vida. Ahí estuve unos 20 minutos.
La noche siguió y volví a ir a la peatonal, que es uno de los lugares favoritos míos de mi ciudad. Seguía sintiendo lo mismo que antes, alucinaciones si me quedaba mirando fijo, sensación de relajación, de tranquilidad, las palmeras la verdad que emitían un sonido por la brisa muy relajante.
A la 1 am volví a casa. Me fumé el otro porro, y me quedé en mi cuarto mirando videos, fumando y simplemente pasando el tiempo, ya me sentía más consciente pero aún alterado considerablemente. Todavía tenía algunas distorsiones visuales leves y lo que más sentía alterado era el sentido del oído todavía.
La noche siguió pasando y levemente fueron bajando los efectos, a las 2:30 am intenté apagar todo y dormirme, cosa que obviamente no logré hasta pasadas unas cuantas horas.
De nuevo, el post fue lindo, para nada de resaca, ni sueño a pesar de haber dormido casi nada.
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