31-10-2019, 05:58 AM
Hola!
Qué mejor que dejar mi primer comentario del foro en este thread?
Bueno, mi primer experiencia fue hace ya un tiempito. No recuerdo con mucha claridad pero voy a hacer un esfuerzo.
Todo mal... Arranqué yendo a una fiesta de psytrance con gente de poca confianza. Hasta ese entonces, solo había experimentado con cocaína, marihuana(poco y nada) y ácidos. Me encontré con este grupo de conocidos y así, como canchereando, me mandé un cartón venenoso entero que ya había probado e iba muy potente.
Entramos. Cuando ya estaba subiendo, me ofrecen unas Coca Cola rojas. Acepto. Muy ignorante en el tema, pensé algo como “energía no me va a venir mal, ya fue”(no tenía idea de los efectos secundarios, la dosis ni la potencia, claramente).
El cartón empezaba a hacer lo suyo: El ambiente era raro. La gente era rara. La música era rara. Todos estaban planeando algo que yo no sabía. Persecutatatata. Empiezo a sentir nervios, frío y miedo(pensaba “jaja, me estoy por morir? Qué mi*rda me dieron?”). Me quedo callado, me aparto un poco de la gente con la que estaba. Las personas no paraba de mirarme(era lo que yo creía, claramente! Esa noche habré pasado desapercibido) y no entendía nada. Era mucho el malestar físico y mental, todo estaba muy confuso.
No llevaba la noción del tiempo, pero en el pico máximo de ambas drogas se fue todo al *****: la música estaba distorsionada, se iba y volvía toda fragmentada, hasta me entraba y salía del cuerpo como se le cantaba! sentía que toda una fuerza increíble me tiraba hacia abajo(no me estaba moviendo mucho por miedo a caerme), vista borrosa, la mente en no sé donde, creía percibir la energía enigmática de la gente que me rodeaba... y de repente: buen humor. Todo no estaba tan mal, ya había pasado, no me iba a morir ni nada de eso. Me sentía muy bien a pesar de que no estaba en el mejor lugar ni en las mejores condiciones. En ese momento no lo tomé como un efecto de la mdma, sino más bien como mi alma aliviada de no haberla quedado(jaja). De a poco fui bajando, ambas drogas iban mermando y yo volvía a la realidad. Salí de la fiesta con un muy buen humor y riéndome por dentro de lo id**ta que fui en haber hecho lo que hice.
La verdad... meh. No fue nada agradable pero me sirvió como susto. Claramente el cartón ensució toda la experiencia.
Mi segunda vez fue con unas amigas, en una fiesta. Ahí sí fue todo increíble y limpio.
Tomé media y como no subía ni sentía nada, a la hora y media o más, me mandé otra mitad. Pasaron 10 minutos de la segunda toma y ya estaba con la parca atrás mío: frío, miedo, nervios, el alma se me iba del cuerpo y la estaba pasando horrible.. Después de eso, PUM! fue algo mágico, muchísimo amor por mis amigas, amor muy purito y del buenazo. Empatía por la gente linda que estaba conmigo que me ponía los pelitos de punta. Esa noche todo iba a estar bien. La energía me superaba, mucha euforia, no podía parar de mover todo el cuerpo. Muy linda bajada, tranquila y despejada de cualquier pensamiento negativo.
Esas primeras veces eran geniales, recuerdo que pasaba días y días de post hermosos, como si el efecto del buen rollito me durara mucho más allá de esa 4/5 horas de viaje.
Hoy ya no tomo más, pero aprendí unas cuantas cosas(muy malas y muy buenas) con esas y otras experiencias.
Saludos!!
Qué mejor que dejar mi primer comentario del foro en este thread?
Bueno, mi primer experiencia fue hace ya un tiempito. No recuerdo con mucha claridad pero voy a hacer un esfuerzo.
Todo mal... Arranqué yendo a una fiesta de psytrance con gente de poca confianza. Hasta ese entonces, solo había experimentado con cocaína, marihuana(poco y nada) y ácidos. Me encontré con este grupo de conocidos y así, como canchereando, me mandé un cartón venenoso entero que ya había probado e iba muy potente.
Entramos. Cuando ya estaba subiendo, me ofrecen unas Coca Cola rojas. Acepto. Muy ignorante en el tema, pensé algo como “energía no me va a venir mal, ya fue”(no tenía idea de los efectos secundarios, la dosis ni la potencia, claramente).
El cartón empezaba a hacer lo suyo: El ambiente era raro. La gente era rara. La música era rara. Todos estaban planeando algo que yo no sabía. Persecutatatata. Empiezo a sentir nervios, frío y miedo(pensaba “jaja, me estoy por morir? Qué mi*rda me dieron?”). Me quedo callado, me aparto un poco de la gente con la que estaba. Las personas no paraba de mirarme(era lo que yo creía, claramente! Esa noche habré pasado desapercibido) y no entendía nada. Era mucho el malestar físico y mental, todo estaba muy confuso.
No llevaba la noción del tiempo, pero en el pico máximo de ambas drogas se fue todo al *****: la música estaba distorsionada, se iba y volvía toda fragmentada, hasta me entraba y salía del cuerpo como se le cantaba! sentía que toda una fuerza increíble me tiraba hacia abajo(no me estaba moviendo mucho por miedo a caerme), vista borrosa, la mente en no sé donde, creía percibir la energía enigmática de la gente que me rodeaba... y de repente: buen humor. Todo no estaba tan mal, ya había pasado, no me iba a morir ni nada de eso. Me sentía muy bien a pesar de que no estaba en el mejor lugar ni en las mejores condiciones. En ese momento no lo tomé como un efecto de la mdma, sino más bien como mi alma aliviada de no haberla quedado(jaja). De a poco fui bajando, ambas drogas iban mermando y yo volvía a la realidad. Salí de la fiesta con un muy buen humor y riéndome por dentro de lo id**ta que fui en haber hecho lo que hice.
La verdad... meh. No fue nada agradable pero me sirvió como susto. Claramente el cartón ensució toda la experiencia.
Mi segunda vez fue con unas amigas, en una fiesta. Ahí sí fue todo increíble y limpio.
Tomé media y como no subía ni sentía nada, a la hora y media o más, me mandé otra mitad. Pasaron 10 minutos de la segunda toma y ya estaba con la parca atrás mío: frío, miedo, nervios, el alma se me iba del cuerpo y la estaba pasando horrible.. Después de eso, PUM! fue algo mágico, muchísimo amor por mis amigas, amor muy purito y del buenazo. Empatía por la gente linda que estaba conmigo que me ponía los pelitos de punta. Esa noche todo iba a estar bien. La energía me superaba, mucha euforia, no podía parar de mover todo el cuerpo. Muy linda bajada, tranquila y despejada de cualquier pensamiento negativo.
Esas primeras veces eran geniales, recuerdo que pasaba días y días de post hermosos, como si el efecto del buen rollito me durara mucho más allá de esa 4/5 horas de viaje.
Hoy ya no tomo más, pero aprendí unas cuantas cosas(muy malas y muy buenas) con esas y otras experiencias.
Saludos!!