Creo que es una cuestión que se aplica al consumo de todas las sustancias legales y/o legales hoy en día. Es la inconciencia acerca del uso y/o abuso. Debe ser el %10 de la gente, y estoy siendo generoso, que se droga con conciencia y con un fin de superación personal. Un simple ejemplo es el hecho del faso. Hoy en día es como lo fue el cigarrillo o el alcohol en su época. Se fuma por moda, por una cuestión cultural, se fuma por fumar. Porque su consumo es incitado como así también se incita al consumo de mas sustancias. Basta con escuchar el %95 de las letras de la música que hoy mas se consume, se habla de todo tipo de consumo de sustancias. Debe estar entramado con el narcotráfico también, promocionan este tipo de ideologías a través de algo tan poderoso como la música, la cual es capaz de sugestionar y de alguna forma plantar ideas. Crea algún tipo de movimiento, de identificación que tiene como centro ciertas conductas. Una de ellas drogarse. Y luego basta con la ignorancia e inconciencia para que se vaya desvirtuando y tomando mas adeptos. Sobre todo en la gente mas joven, hoy en día los pibes a los 15 años ya tienen una trayectoria que quizá uno ni a los 30 años tiene la mitad jaja. También hay ciertas drogas que están muy estigmatizadas a ciertos lugares. Por ej: el mdma en los boliches. A mi parecer el mdma es una sustancia muy poderosa, que usada en ambientes mas propicios a tener un viaje mas introspectivo puede desencadenar cambios positivos en lo personal. Pero en fin, es el claro ejemplo de que un arma no se dispara sola. Que las sustancias no matan, pero sí la inconciencia y el mal uso.
Y el hecho de querer que no termine la joda, de estar allá arriba todo el tiempo, es un rasgo bastante común que toma formas mucho mas agresivas cuando toma cuerpo en el consumo de sustancias. Para dar un ejemplo, somos seres que tenemos una enfermedad en común: el pensar compulsivamente. Un simple pensamiento puede desencadenar toda una química interna que genera sensaciones, emociones. Por ejemplo, si uno piensa que va a ser atacado empieza a sentirse estresado, se acelera el ritmo sanguíneo, etc. Si uno piensa que el día de mañana cuando logre todas sus metas y así estar realizado en su vida, genera emociones mas placenteras. Pero a su vez, todo eso genera una brecha entre el momento presente y el momento con el cual fantasea. Eso es un claro ejemplo de no aceptar lo que se tiene en el momento. De querer estar siempre allá arriba, de querer siempre exagerar nuestra forma de sentirnos, creer que tenemos que estar al palo el %100 del tiempo. De buscar un alivio instantáneo y lo mas placentero y fácil posible, a lo cual se la llama la gratificación instantánea hoy en día. Entonces no es raro que se abuse de sustancias cuando refuerzan todas esas conductas. Si aceptaramos que se consta de momentos "buenos" y momentos "no tan buenos", no buscaríamos siempre escapar y tratar de llegar siempre a la cima.
Y el hecho de querer que no termine la joda, de estar allá arriba todo el tiempo, es un rasgo bastante común que toma formas mucho mas agresivas cuando toma cuerpo en el consumo de sustancias. Para dar un ejemplo, somos seres que tenemos una enfermedad en común: el pensar compulsivamente. Un simple pensamiento puede desencadenar toda una química interna que genera sensaciones, emociones. Por ejemplo, si uno piensa que va a ser atacado empieza a sentirse estresado, se acelera el ritmo sanguíneo, etc. Si uno piensa que el día de mañana cuando logre todas sus metas y así estar realizado en su vida, genera emociones mas placenteras. Pero a su vez, todo eso genera una brecha entre el momento presente y el momento con el cual fantasea. Eso es un claro ejemplo de no aceptar lo que se tiene en el momento. De querer estar siempre allá arriba, de querer siempre exagerar nuestra forma de sentirnos, creer que tenemos que estar al palo el %100 del tiempo. De buscar un alivio instantáneo y lo mas placentero y fácil posible, a lo cual se la llama la gratificación instantánea hoy en día. Entonces no es raro que se abuse de sustancias cuando refuerzan todas esas conductas. Si aceptaramos que se consta de momentos "buenos" y momentos "no tan buenos", no buscaríamos siempre escapar y tratar de llegar siempre a la cima.