Empiezo citando el Libro SOBRE DROGAS de El gato y La caja, que está diponible, libre y gratuito en internet. En especial por si hay juventudes leyendo el foro y tienen la oportunidad de tomar algunas decisiones en su temprana vida
Conocí el porro a mis 18 en un viaje con conocidos. No volví a fumar hasta mis 19 y recién de a poco entró a mi vida a los 20. Para los 21 ya fumaba todos los días, ya no más prensado (el cual como dice fpeople me da una nostalgia particular) y ya nunca me faltó el porro. Y cuando digo nunca es nunca; siempre un frasco de flores había en mi depto y cuando me estaba quedando sin ya pegaba de nuevo.
En esa estuve hasta mis 27-28 años. Todos los días x unos 8 años. De más está decir que es una sustancia que me gusta. No recuerdo haber fumado más de un porro por día, siendo el promedio o la moda un par de pitadas y listo. El porro es una sustancia que fue central en mi desarrollo personal y social a medida fui creciendo. Hice toda una carrera de 24 finales volado, corrí media maratón sin dejar el consumo diario, conocí muchas parejas que compartían el hábito de fumar, me tocó afrontar muerte de familiares un poco high y todes mis amigues en mayor o menor medida fuman.
Tuve algunos malos viajes, pero principalmente por baja de presión. Con el tiempo no me gustaba como me relacionaba yo con mis amigues cuando estaba loco. Tengo una forma de hablar bastante cortante y de porro he pegado algunas contestadas medio fuleras que estando todos fumados se tornan un poco más incómodas. Esto sumado a noches enteras de no decir una palabra o no estar muy a gusto en rondas de amigos/conocidos me llevaron a dejar de fumar socialmente. Necesito un poco de control de mi entorno cuando me junto a socializar y el porro me impide esto. Por eso sólo continué fumando solo (cosa que siempre hice) y cuando nos juntamos con mis amigues drogones, me ofrecen pero les agradezco y les digo que no.
Irónicamente desde 2014, cuando tenía 22 años que siempre dije que quería dejar el porro. Lo sé porque tengo un cuadernito de esa época y está anotado en más de una ocasión. Me parecía nocivo a los pulmones, las pipas donde fumaba llenas de alquitrán, el olor que dejaba en el depto, etc. Pero bueno, claramente las ganas en realidad no eran tan fuertes. Recién para mis 27 años me propuse dejar de comprar porro (me faltaba guita también) y racionar lo que tenía. Se fue dando solo. La verdad ya no me era divertido fumar. Considero que hice todo volado: sentí que ya no me quedaba nada por hacer, nada por descubrir. He hasta cosido medias estando volado. Llegó un punto en el que me parecía más divertido y chill estar sobrio de sustancias. En la pandemia casi que ni fumé o si lo hacía era alguna vez y para viciar algún juego. Y así es como estoy hoy con 30 años. Fumar ya no me pega igual que al principio, es un viaje más soberbio si se quiere y en más de una ocasión me baja la líbido, otro motivo por el cual no me apetece estar en esa.
Amo la gente que fuma, mis amigues me parecen seres geniales y graciosos, pero ya no fumo con ellos por más que me ofrezcan. En casa a veces tengo, a veces no. Cuando tengo sólo 1 o 2 veces por semana, generalmente después de entrenar para relajar el cuerpo y dormir lindo y profundo. E hice de todo estando volado, así que me hago una excelente idea de lo que es, como se siente, para qué sirve.
Cita:Tal como se menciona en el capítulo “Cerebro adolescente”, durante la adolescencia el cerebro se encuentra en un período crítico de desarrollo. El consumo de THC en esa época puede interferir en la maduración del sistema endocannabinoide y otros más, y desviar la dirección del desarrollo hacia caminos poco felices. Los estudios muestran sistemáticamente que el cerebro de los adolescentes que fuman marihuana de manera más o menos frecuente (un par de porros por semana), comparado con el de los que no fuman, suele presentar anomalías en algunas regiones de la corteza cerebral y en las zonas relacionadas con los mecanismos de recompensa (principalmente el núcleo accumbens y la amígdala), y estas diferencias se profundizan en los individuos que fuman más.
El consumo de marihuana durante la adolescencia no es una buena idea —y cuando decimos que no es una buena idea, nos referimos a que es una pésima idea—, sobre todo si se hace de manera frecuente.
Conocí el porro a mis 18 en un viaje con conocidos. No volví a fumar hasta mis 19 y recién de a poco entró a mi vida a los 20. Para los 21 ya fumaba todos los días, ya no más prensado (el cual como dice fpeople me da una nostalgia particular) y ya nunca me faltó el porro. Y cuando digo nunca es nunca; siempre un frasco de flores había en mi depto y cuando me estaba quedando sin ya pegaba de nuevo.
En esa estuve hasta mis 27-28 años. Todos los días x unos 8 años. De más está decir que es una sustancia que me gusta. No recuerdo haber fumado más de un porro por día, siendo el promedio o la moda un par de pitadas y listo. El porro es una sustancia que fue central en mi desarrollo personal y social a medida fui creciendo. Hice toda una carrera de 24 finales volado, corrí media maratón sin dejar el consumo diario, conocí muchas parejas que compartían el hábito de fumar, me tocó afrontar muerte de familiares un poco high y todes mis amigues en mayor o menor medida fuman.
Tuve algunos malos viajes, pero principalmente por baja de presión. Con el tiempo no me gustaba como me relacionaba yo con mis amigues cuando estaba loco. Tengo una forma de hablar bastante cortante y de porro he pegado algunas contestadas medio fuleras que estando todos fumados se tornan un poco más incómodas. Esto sumado a noches enteras de no decir una palabra o no estar muy a gusto en rondas de amigos/conocidos me llevaron a dejar de fumar socialmente. Necesito un poco de control de mi entorno cuando me junto a socializar y el porro me impide esto. Por eso sólo continué fumando solo (cosa que siempre hice) y cuando nos juntamos con mis amigues drogones, me ofrecen pero les agradezco y les digo que no.
Irónicamente desde 2014, cuando tenía 22 años que siempre dije que quería dejar el porro. Lo sé porque tengo un cuadernito de esa época y está anotado en más de una ocasión. Me parecía nocivo a los pulmones, las pipas donde fumaba llenas de alquitrán, el olor que dejaba en el depto, etc. Pero bueno, claramente las ganas en realidad no eran tan fuertes. Recién para mis 27 años me propuse dejar de comprar porro (me faltaba guita también) y racionar lo que tenía. Se fue dando solo. La verdad ya no me era divertido fumar. Considero que hice todo volado: sentí que ya no me quedaba nada por hacer, nada por descubrir. He hasta cosido medias estando volado. Llegó un punto en el que me parecía más divertido y chill estar sobrio de sustancias. En la pandemia casi que ni fumé o si lo hacía era alguna vez y para viciar algún juego. Y así es como estoy hoy con 30 años. Fumar ya no me pega igual que al principio, es un viaje más soberbio si se quiere y en más de una ocasión me baja la líbido, otro motivo por el cual no me apetece estar en esa.
Amo la gente que fuma, mis amigues me parecen seres geniales y graciosos, pero ya no fumo con ellos por más que me ofrezcan. En casa a veces tengo, a veces no. Cuando tengo sólo 1 o 2 veces por semana, generalmente después de entrenar para relajar el cuerpo y dormir lindo y profundo. E hice de todo estando volado, así que me hago una excelente idea de lo que es, como se siente, para qué sirve.
Si tenés dudas, no consumas.
Si estás embarazadx, no consumas.
Si no estás bien de salud, no consumas.
Si estás deprimidx o triste, no consumas.