22-06-2023, 11:40 AM
(Última modificación: 22-06-2023, 02:14 PM por Stitch.
Razón: Agregado el tag
)
Buenas.
Aproveché este último finde largo para experimentar por segunda vez con DMT, formato Xanga (con mezcla de hierbas para fumar).
Hacía ya varios años que no consumía, más que nada por lo difícil que me es conseguir DMT. Y tenía la deuda pendiente porque aquella primera vez fue con una dosis baja, muy entretenida pero sin haber logrado una experiencia trascendental.
Voy a tratar de poner en palabras detalles de la experiencia y los aprendizajes. Espero entiendan que las palabras pueden ser limitantes, y que es una forma muy simple y acotada de describir algo muchísimo más fuerte.
- Set & Setting: Con mi pareja (luego asistí yo), en el living de casa. Yo muy tapadita con la frasada, súper cómoda con un montón de almohadones, sahumerios y Thievery Corporation de fondo. También busqué soporte visual de a ratitos, pero terminó siendo cotillón (imposible mantener los ojos abiertos).
- Formato: Una dosis en pipa, con un colchoncito de marihuana para no quemar directamente la Xanga. Creo que NO llegué a consumir la dosis completa por el mambo en sí (comparto abajo) y porque el sabor mucho no me gustó, me costó contener el humo o aspirar fuerte.
- Trip report:
Los primeros efectos son visuales y físicos.
Lo que usé como soporte visual (los típicos videitos de Youtube para trip de hongos por ejemplo) fueron un disparador para ver algunos fractales y colores cuando tenía los ojos cerrados. Si de a ratos entreabría los ojos, me veía lejos de mi misma (las piernas las sentía como a dos metros de distancia), con efectos similares a un buen viaje de hongos o LSD (un poco borroso, un poco difuso, algo de movimiento, colores destellantes, etc).
Físicamente, el set & setting estaba pensado para la inevitable plancha. De a poco se me fue aflojando el cuerpo, apenas podía mantener la cabeza en su lugar, y con el pasar de las pitadas, me fue cada vez más difícil seguir fumando. Si necesitaba comunicar algo, hablar también me fue difícil.
En cuanto al viaje en sí...
Antes de comenzar, con mi pareja hablamos sobre qué íbamos a buscar en esta experiencia. En mi caso, me propuse buscar un reset, una sanación, algo que me permitiera vivir los próximos meses con una nueva perspectiva de vida.
También traté de entrar a la experiencia con la mentalidad lo más abierta posible, dejando de lado todo lo que ya leí/estudié de este tipo de trips. Y siempre fui consciente de todo el trasfondo cultural/religioso/espiritual que llevo conmigo y cómo aparecen en este tipo de situaciones, y por más que me gusten o me alimenten, también traté de dejarlos de lado, con la intención de hacer lugar a lo nuevo.
En fin.
Pude ver un caminito muy lindo de sonidos y colores, con las primeras pitadas. Físicamente, en ese momento, me costó mucho soltarme, y de alguna forma VI ese camino pero no lo recorrí con la soltura que merecía.
Al final del recorrido, vi lo que en ese momento entendí como "el portal". No había una figura con límites, formas o colores claros; lo sentí como una especie de dragón/serpiente transparente y móvil, que dibujaba un portón frente a mí. Hablaba, pero no a través de la boca, y me miraba, aún sin tener ojos. Me recordó al marco del Bhavacakra, y aún no logro descifrar si ineractué con el portal en sí o con una especie de "guardián".
Ya habiendo consumido un par de pitadas más, pude acercarme frente a frente. Y cuando pensé que estaba por dar "el salto", el mismísimo portal o guardián, me rechazó.
Así, de una. Me negaron la entrada. You shall not pass y esas cosas.
Me dijo que no estoy lista. Que mi apego por lo terrenal en este momento me pesaba demasiado.
Me señaló mi ego. De alguna forma lo tocó, lo marcó. Me invitó a visualizarlo, y me hizo ver que estaba chiquitito, frío, raquítico (no débil, si no FEO). Entonces me dijo que mi ego es una enfermedad, que no solo es una traba para trascender, sino que además es (o se convertirá en) una especie de tumor.
Mientras pasaba todo esto, tirada en el sillón y con los ojos cerrados, empecé a lagrimear. Mi pareja, que estaba al lado asistiéndome, se me acercaba, y yo sólo le pedía besos. En esos pequeños momentos de interacción, de tacto, sintiendo su calor, entendí que es éste el vínculo que me podría ayudar a sanar mi ego y a continuar con mi búsqueda para trascender. Y que hasta que no lograra sanar, no iba a poder atravesar el portal.
Todo este diálogo interno con el correr de los minutos se convirtió en un ritual, en un acto de compromiso. Mientras visualizaba mi ego, entendí la invitación a tomar una decisión. La boca se me llenó de baba, como una especie de exorcismo, y tuve que elegir: Aceptar mi ego (tragar), o expulsarlo (escupir). COMO PUDE le pedí a mi pareja que me alcance un vaso, y largué todo.
Lo gracioso: Cuando empecé a bajar y traté de explicar todo lo que estaba pasando, de fondo sentía al ¿guardián del portal? que se me reía. Un "Jo jo jo jo" de fondo, un poco desafiante.
Y así acordamos, entre el portal y yo, que me voy a tomar un tiempito de sanación, antes de volver a intentar pasar.
De nuevo: Las palabras son solo palabras, y para compartir estas cosas son bastante limitantes. Creo que esto es un buen intento por transmitir alguito de todo lo que pasó.
.....
¿Viajes, experiencias, aprendizajes similares? ¿Consejos?
Aproveché este último finde largo para experimentar por segunda vez con DMT, formato Xanga (con mezcla de hierbas para fumar).
Hacía ya varios años que no consumía, más que nada por lo difícil que me es conseguir DMT. Y tenía la deuda pendiente porque aquella primera vez fue con una dosis baja, muy entretenida pero sin haber logrado una experiencia trascendental.
Voy a tratar de poner en palabras detalles de la experiencia y los aprendizajes. Espero entiendan que las palabras pueden ser limitantes, y que es una forma muy simple y acotada de describir algo muchísimo más fuerte.
- Set & Setting: Con mi pareja (luego asistí yo), en el living de casa. Yo muy tapadita con la frasada, súper cómoda con un montón de almohadones, sahumerios y Thievery Corporation de fondo. También busqué soporte visual de a ratitos, pero terminó siendo cotillón (imposible mantener los ojos abiertos).
- Formato: Una dosis en pipa, con un colchoncito de marihuana para no quemar directamente la Xanga. Creo que NO llegué a consumir la dosis completa por el mambo en sí (comparto abajo) y porque el sabor mucho no me gustó, me costó contener el humo o aspirar fuerte.
- Trip report:
Los primeros efectos son visuales y físicos.
Lo que usé como soporte visual (los típicos videitos de Youtube para trip de hongos por ejemplo) fueron un disparador para ver algunos fractales y colores cuando tenía los ojos cerrados. Si de a ratos entreabría los ojos, me veía lejos de mi misma (las piernas las sentía como a dos metros de distancia), con efectos similares a un buen viaje de hongos o LSD (un poco borroso, un poco difuso, algo de movimiento, colores destellantes, etc).
Físicamente, el set & setting estaba pensado para la inevitable plancha. De a poco se me fue aflojando el cuerpo, apenas podía mantener la cabeza en su lugar, y con el pasar de las pitadas, me fue cada vez más difícil seguir fumando. Si necesitaba comunicar algo, hablar también me fue difícil.
En cuanto al viaje en sí...
Antes de comenzar, con mi pareja hablamos sobre qué íbamos a buscar en esta experiencia. En mi caso, me propuse buscar un reset, una sanación, algo que me permitiera vivir los próximos meses con una nueva perspectiva de vida.
También traté de entrar a la experiencia con la mentalidad lo más abierta posible, dejando de lado todo lo que ya leí/estudié de este tipo de trips. Y siempre fui consciente de todo el trasfondo cultural/religioso/espiritual que llevo conmigo y cómo aparecen en este tipo de situaciones, y por más que me gusten o me alimenten, también traté de dejarlos de lado, con la intención de hacer lugar a lo nuevo.
En fin.
Pude ver un caminito muy lindo de sonidos y colores, con las primeras pitadas. Físicamente, en ese momento, me costó mucho soltarme, y de alguna forma VI ese camino pero no lo recorrí con la soltura que merecía.
Al final del recorrido, vi lo que en ese momento entendí como "el portal". No había una figura con límites, formas o colores claros; lo sentí como una especie de dragón/serpiente transparente y móvil, que dibujaba un portón frente a mí. Hablaba, pero no a través de la boca, y me miraba, aún sin tener ojos. Me recordó al marco del Bhavacakra, y aún no logro descifrar si ineractué con el portal en sí o con una especie de "guardián".
Ya habiendo consumido un par de pitadas más, pude acercarme frente a frente. Y cuando pensé que estaba por dar "el salto", el mismísimo portal o guardián, me rechazó.
Así, de una. Me negaron la entrada. You shall not pass y esas cosas.
Me dijo que no estoy lista. Que mi apego por lo terrenal en este momento me pesaba demasiado.
Me señaló mi ego. De alguna forma lo tocó, lo marcó. Me invitó a visualizarlo, y me hizo ver que estaba chiquitito, frío, raquítico (no débil, si no FEO). Entonces me dijo que mi ego es una enfermedad, que no solo es una traba para trascender, sino que además es (o se convertirá en) una especie de tumor.
Mientras pasaba todo esto, tirada en el sillón y con los ojos cerrados, empecé a lagrimear. Mi pareja, que estaba al lado asistiéndome, se me acercaba, y yo sólo le pedía besos. En esos pequeños momentos de interacción, de tacto, sintiendo su calor, entendí que es éste el vínculo que me podría ayudar a sanar mi ego y a continuar con mi búsqueda para trascender. Y que hasta que no lograra sanar, no iba a poder atravesar el portal.
Todo este diálogo interno con el correr de los minutos se convirtió en un ritual, en un acto de compromiso. Mientras visualizaba mi ego, entendí la invitación a tomar una decisión. La boca se me llenó de baba, como una especie de exorcismo, y tuve que elegir: Aceptar mi ego (tragar), o expulsarlo (escupir). COMO PUDE le pedí a mi pareja que me alcance un vaso, y largué todo.
Lo gracioso: Cuando empecé a bajar y traté de explicar todo lo que estaba pasando, de fondo sentía al ¿guardián del portal? que se me reía. Un "Jo jo jo jo" de fondo, un poco desafiante.
Y así acordamos, entre el portal y yo, que me voy a tomar un tiempito de sanación, antes de volver a intentar pasar.
De nuevo: Las palabras son solo palabras, y para compartir estas cosas son bastante limitantes. Creo que esto es un buen intento por transmitir alguito de todo lo que pasó.
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¿Viajes, experiencias, aprendizajes similares? ¿Consejos?