Probadas el sábado en Astrix.
Me la vendieron como un cartón de 150ug. Tomé una entera a las 12. No tenía gusto ni sensación amarga. Para las 12.45 ya sentia una euforia muy intensa y sentía algo que me avisaba que iba a ser una noche genial. Y ya para la 1.15, justo en la fila antes de entrar sentí un patadón fuertisimo de euforia como si me avisaran que iba a ser un viaje muy intenso. Y así lo fue.
Tuve visuales muy zarpadas. Veía fractales muy bien dibujados cuando cerraba los ojos. Y si me acariciaban o me masajeaban esos fractales bailaban y al ritmo y a la dirección de las caricias; un re flash. La verdad yo fui con un muy buen estado de ánimo así que la pasé súper súper bien. Muy alegre y muy energético. Muy feliz. Me sentía desbloqueado.
En un momento de la noche malviajé porque dentro del boliche se me presentó una situación tensa e incómoda. Ahí me di cuenta que los psicodélicos no son joda, estaba tan malviajado en ese momento en particular que sentía como si estuviera en la cima del Everest, tenía un frío tremendo y sentía y veía como si en al aire hubiera neblina con viento frío medio congelado (como una especie de viento polar). Me di cuenta que cuando malviajo, yo particularmente me transporto a ese ambiente de frío y nieve. Pero bueno, después me pude tranquilizar con técnicas de respiración y volví a estar normal. Cuando me encontré con amigos terminé relajándome y volví al estado de felicidad.
Tengo que aclarar que nunca había tomado un cartón entero. Lo máximo que llegue a probar fue dos puntas de micropunto, pero esto definitivamente se sentió cómo si fuera el triple de fuerte, y según la tabla de dosis-efecto de LSD creería que este cartón sí tiene 150 ug.
Más allá de toda la historia relatada tengo que destacar que durante el mal viaje sentí la famosa disolución del ego. Sentí que yo me estaba viendo en tercera persona y realmente mí mente no le pertenecia a mí cuerpo. 'Comprendí' cuán insignificante somos y otras cosas más así de profundas. Tuve muchas desrealizaciones de ese calibre.
Cuando salí de Groove veía los árboles y todo se movía y respiraba. Veía los azulejos del piso y también se movían. Me quedé como 15 minutos mirando los cuadritos del piso del metrobus. Una cosa increíble. Muy altas visuales, con muchas fractales y geometría para concluir.
La verdad que muy buen cartón. No lo volvería a repetir en un boliche (la verdad que me animé solo por la curiosidad de nunca haberme mandado un cartón entero, y con la esperanza de que la suerte me iba a acompañar. Y gracias a Dios así fue).
Me costó muchísimo dormir, habré dormido 3 horas interrumpidas. Hoy estoy hecho físicamente hecho moco pero con una alegría residual enorme!