05-04-2016, 02:10 PM
(Última modificación: 19-09-2016, 06:03 AM por Argenpills.)
Buenas!!
Traslado mi experiencia a este sector, la idea es ir concentrando acá todas la experiencias referentes a la sustancia.
Buenas!!
Les comparto mi experiencia debutando con esta genial sustancia, tiene un tiempo, fue en enero. Pero quiero compartirlo con ustedes.
Venia interiorizándome en el tema hace rato (siempre le tuve ganas al LSD) se aproximaban las vacaciones y le comente a mi novia la posibilidad de aventurarnos en la sustancia y le encanto la idea. Yo, feliz.
3er día de vacaciones; nos levantamos y desayunamos tipo 11, hicimos unas compras, cargamos en el auto una carpita, heladora con muchas frutas, agua y nos fuimos.
El lugar elegido fue una playa bastante alejada, al sur de Mar Azul. Llegamos a ese lugar de re pedo. Se accede a través de una entrada privada que da a ruta 11, te cobran 100 pe porque es considerada reserva natural.
Si pueden vayan, es genial.
Llegamos, armamos la carpa e inmediatamente tomé media y ella ¼. Todo esto, aprox 13:00 hs. Y a partir de acá, la noción del tiempo te la debo.
Al rato empecé a notar que la arena me llamaba particularmente la atención…y empecé a jugar con ella, a ver como se patinaba entre mis dedos, hacer remolinos con el dedo índice en el piso.
Mi novia estaba en la misma y, prácticamente a duo, nos miramos y dijimos “LA ARENA ES LO MAS” cagandonos totalmente de risa.
A partir de ese momento, nos acostamos pegados y empezamos a flashear con la arena. Me invadía por completo una sensación de paz y de comunión con TODO. Entendía TODO y TODO estaba bien.
Todo esto con una claridad mental enorme, en ningún momento me sentí abrumado, al tal punto que nos pusimos a comparar granos de arena. Podíamos ver en detalle todas sus formas, como si lo viéramos a través de un microscopio.
Me llamo poderosamente la atención lo amigable de la sustancia. Pensé que podía llegar a ser brusco en algún momento, pero todo lo contrario.
Luego decidimos levantarnos y caminar.
Las dunas, los pastos, el agua, todo se veía mejor. Ojo, nada de otro mundo, no vi fractales ni nada por el estilo, pero todo se veía… más brillante, es difícil de explicar, veía con asombro todo, con fascinación. Como que iba redescubriendo el paisaje.
La conexión con el ambiente era muy notoria, me invadía una sensación de paz y bienestar única, recuerdo que íbamos caminando mirando todo, contemplando todo. Corrí y me tire de palomita en una duna….una sensación de satisfacción tremenda jaja.
Caminamos hasta la orilla, muy a lo lejos se veía Gesell con sus edificios gigantes. Me enterré los pies en la orilla y contemple con admiración el horizonte, las olas, la extensión de estas con la arena, etc.
Yo no paraba de suspirar, sentía una comunión total con el entorno.
Volvimos a la carpa caminando, miraba las dunas en el horizonte y me sentía en el Sahara.
Nos sentamos contemplando las dunas y tomamos unos mates, al poco tiempo siento que mi novia me llama a los gritos, y lo que pasó fue un regalo hermoso…aprox 15 caballos salvajes habían entrado a través de la parte forestada de la reserva a la playa, los teníamos a metros nuestros!! Inmediatamente interprete esto como un regalo de la naturaleza. Sin dudas. Se pueden imaginar lo fascinados que estábamos…
Nos acercamos lo mas que pudimos y nos quedamos obnubilados viéndolos. Había 3 potrillos muy chicos, vimos como de a poco se iban acercando al mar. Se movían en grupos, protegiéndose. Fue hermoso ver esa actitud, y la entendíamos como si fuese propia.
Nos tiramos un largo rato hablando, disfrutando de la paz total. Enterrándonos en la arena, etc.
Tomamos unos mates mas y comimos sandia, el sol empezaba a irse. El atardecer prometía ser mágico, pero no queríamos que nos agarre la noche para volver porque estábamos en medio de la nada, así que decidimos levantar campamento. Eran aprox 19:30 / 20:00.
Yo casi no tenia efectos, muy pocos. Pero obviamente seguía con una sensación de paz única.
Mi novia manifestaba estar un poco puesta aun.
Me encantó. Nos encantó. Coincidimos en que nunca nos íbamos a olvidar de esa tarde.
Volvimos a la cabaña, hablamos sobre lo sucedido. Al rato nos cayó toda el hambre del día junta y nos fuimos a bajonear una mansa picada de mariscos.
Una inmejorable iniciación.
Creo que me extendí demasiado, disculpas!
intentaré adjuntar algunas fotos del lugar y del blotter para acompañar el relato.
Una experiencia hermosa.
Traslado mi experiencia a este sector, la idea es ir concentrando acá todas la experiencias referentes a la sustancia.
Buenas!!
Les comparto mi experiencia debutando con esta genial sustancia, tiene un tiempo, fue en enero. Pero quiero compartirlo con ustedes.
Venia interiorizándome en el tema hace rato (siempre le tuve ganas al LSD) se aproximaban las vacaciones y le comente a mi novia la posibilidad de aventurarnos en la sustancia y le encanto la idea. Yo, feliz.
3er día de vacaciones; nos levantamos y desayunamos tipo 11, hicimos unas compras, cargamos en el auto una carpita, heladora con muchas frutas, agua y nos fuimos.
El lugar elegido fue una playa bastante alejada, al sur de Mar Azul. Llegamos a ese lugar de re pedo. Se accede a través de una entrada privada que da a ruta 11, te cobran 100 pe porque es considerada reserva natural.
Si pueden vayan, es genial.
Llegamos, armamos la carpa e inmediatamente tomé media y ella ¼. Todo esto, aprox 13:00 hs. Y a partir de acá, la noción del tiempo te la debo.
Al rato empecé a notar que la arena me llamaba particularmente la atención…y empecé a jugar con ella, a ver como se patinaba entre mis dedos, hacer remolinos con el dedo índice en el piso.
Mi novia estaba en la misma y, prácticamente a duo, nos miramos y dijimos “LA ARENA ES LO MAS” cagandonos totalmente de risa.
A partir de ese momento, nos acostamos pegados y empezamos a flashear con la arena. Me invadía por completo una sensación de paz y de comunión con TODO. Entendía TODO y TODO estaba bien.
Todo esto con una claridad mental enorme, en ningún momento me sentí abrumado, al tal punto que nos pusimos a comparar granos de arena. Podíamos ver en detalle todas sus formas, como si lo viéramos a través de un microscopio.
Me llamo poderosamente la atención lo amigable de la sustancia. Pensé que podía llegar a ser brusco en algún momento, pero todo lo contrario.
Luego decidimos levantarnos y caminar.
Las dunas, los pastos, el agua, todo se veía mejor. Ojo, nada de otro mundo, no vi fractales ni nada por el estilo, pero todo se veía… más brillante, es difícil de explicar, veía con asombro todo, con fascinación. Como que iba redescubriendo el paisaje.
La conexión con el ambiente era muy notoria, me invadía una sensación de paz y bienestar única, recuerdo que íbamos caminando mirando todo, contemplando todo. Corrí y me tire de palomita en una duna….una sensación de satisfacción tremenda jaja.
Caminamos hasta la orilla, muy a lo lejos se veía Gesell con sus edificios gigantes. Me enterré los pies en la orilla y contemple con admiración el horizonte, las olas, la extensión de estas con la arena, etc.
Yo no paraba de suspirar, sentía una comunión total con el entorno.
Volvimos a la carpa caminando, miraba las dunas en el horizonte y me sentía en el Sahara.
Nos sentamos contemplando las dunas y tomamos unos mates, al poco tiempo siento que mi novia me llama a los gritos, y lo que pasó fue un regalo hermoso…aprox 15 caballos salvajes habían entrado a través de la parte forestada de la reserva a la playa, los teníamos a metros nuestros!! Inmediatamente interprete esto como un regalo de la naturaleza. Sin dudas. Se pueden imaginar lo fascinados que estábamos…
Nos acercamos lo mas que pudimos y nos quedamos obnubilados viéndolos. Había 3 potrillos muy chicos, vimos como de a poco se iban acercando al mar. Se movían en grupos, protegiéndose. Fue hermoso ver esa actitud, y la entendíamos como si fuese propia.
Nos tiramos un largo rato hablando, disfrutando de la paz total. Enterrándonos en la arena, etc.
Tomamos unos mates mas y comimos sandia, el sol empezaba a irse. El atardecer prometía ser mágico, pero no queríamos que nos agarre la noche para volver porque estábamos en medio de la nada, así que decidimos levantar campamento. Eran aprox 19:30 / 20:00.
Yo casi no tenia efectos, muy pocos. Pero obviamente seguía con una sensación de paz única.
Mi novia manifestaba estar un poco puesta aun.
Me encantó. Nos encantó. Coincidimos en que nunca nos íbamos a olvidar de esa tarde.
Volvimos a la cabaña, hablamos sobre lo sucedido. Al rato nos cayó toda el hambre del día junta y nos fuimos a bajonear una mansa picada de mariscos.
Una inmejorable iniciación.
Creo que me extendí demasiado, disculpas!
intentaré adjuntar algunas fotos del lugar y del blotter para acompañar el relato.
Una experiencia hermosa.