07-04-2021, 03:17 PM
(Última modificación: 19-03-2022, 12:42 PM por soulnmagic.)
Hola mundo.
Voy a empezar haciéndome cargo. Siempre que escribo acá les digo lo mismo: Si no estás de humor, no consumas. Si no sabés qué querés rescatar de tu experiencia, no consumas.
Bueno... Me la mandé. Básicamente ahora entiendo que no traté a los hongos con el respeto que se merecían y, si bien tenemos otras dosis guardadas, para la próxima realmente voy a predicar con el ejemplo.
Lo voy a compartir porque creo que estamos todos para aprender, especialmente de las malas experiencias. Si me quieren cagar a pedos, bienvenidos todos; si lo quieren tomar como un ejemplo para tomar en cuenta, también, buenísimo.
Voy por partes, para que se entienda:
Sobre mí - para los curiosos que cruzan historias con perfiles
Mujer. Pisando los 33 años. Laburo mucho, soy voluntaria en distintos espacios, vivo estudiando. En pareja hace 7 años. Trato de consumir únicamente los findes largos para no romperme, necesito estar lo más lúcida posible. No tengo muchos amigos en la movida, POR SUERTE, y los que tengo son gente de oro, con la que se puede compartir un mate y hablar de la vida. Nada de rotos que me tiren al pozo.
Contexto
Las cosas con mi pareja no vienen bien, ya hace tiempo. Sin embargo nuestro norte es pelearla y pelearla hasta encontrarle la vuelta, porque nos elegimos y somos un re team. Si estás leyendo esto y estás o estuviste en una relación de varios años (7 en nuestro caso), entenderás que no todo es color de rosas y que las cosas cuestan... Bueno, nos viene costando bocha, y estoy bajando los brazos.
Plus, cuando queremos somos bastante pelotudos, así que comimos 1 gr de hongos (les debo el nombre, cuando me confirmen edito y les subo foto). ¿Con qué fin? No sé. Creo que divertirnos y relajar un poco.
Lugar
En principio venía pensando en hacerlo en algún espacio abierto con mucho verde, alejada de la gente y del encierro. Quería hacerlo sola, con un amigo que me cuide, porque realmente quería tener mi viajecito de introspección. Entre una cosa y la otra, lo terminé haciendo con mi pareja, en casa, de noche.
Tenemos un hogar muy cómodo (los muebles y las luces ayudan un montón a relajar). También preparamos cositas para entretenernos, bebida y algo para picar.
Consumo
Tomé 20 gotitas de Reliverán antes de comer (gracias @Nostalgia por tu ayuda), y creo que ayudó muchísimo porque no sentí náuseas en ningún momento. También me preparé un re jugo de naranja, pensando que los hongos iban a ser horrendos, pero será que soy re gorda pero me encantaron (sacándoles el viaje, los re pondría en unos buenos fideos
).
Los comimos 22.55 y terminé de bajar a las 4 AM aprox (creo que es algo de mi metabolismo).
Lo lúdico
Espero nunca me vean puesta porque me convierto en un hada. Igual que con la pepa, me divertí un montón las primeras horas.
- Si no tienen una copia de El Jardín de las Delicias en sus casas, salgan corriendo a comprar una porque es un cuadro muy divertido para ver, tanto sobrio como en sustancia.
- Cerraba los ojos y veía figuras serpenteantes ir y venir, al ritmo de la música.
- Hablando de música, recordé lo que un amigo psicólogo y budista me dijo alguna vez: Aquello que nos gusta nos conecta a nuestras vidas pasadas... Escuchamos una canción en particular que siempre, siempre, siempre me transporta a otro lado (sobria, digo). Y en medio del viaje, sentía que esa voz me decía que me vaya para ese lado (un desierto, en mi caso). Y se me voló el cerebro.
- En una, mi pareja me tira que tengo una cara muy de serpiente. Chau, flasheé con eso toda la noche, enroscándome y revolcándome en el piso.
- Dejé un anotador cerca para ir escribiendo algunas anotaciones. No las comparto porque son ridículas y me dan vergüenza, pero es muy interesante volver y leerlas.
- Momentos intensos con mi mascota. Pobrecito. Ya de por sí vivo diciendo que en su otra vida fue un elefante, estando de hongos no les explico el viaje que tuve con él.
- Risas, buen humor, chistes. No me quería mover mucho.
- Leímos por ahí que recomendaban tener un libro cerca. Se me re complicó elegir EL libro, porque definitivamente iba a ser una decisión importante. Contra todo pronóstico, agarré La Naranja Mecánica (POR QUÉ, MABEL, POR QUÉ). No terminé de leer una oración que sentía la voz del autor hablándome en la cabeza. Terminé preguntándome si no habrá sido amigo de otro autor que me gusta mucho, imaginándolos juntos, riéndose y puteándose, todo muy trash.
- Para las últimas horas, sentía que mi cuerpo era de goma. Estuve corriendo de un lado a otro, saltando, estirando las piernas y las puntas de los pies, enroscándome en una silla, abrazándome a las piernas de mi pareja y "haciendo angelitos" en el suelo. Jamás me sentí tan liviana como en ese momento. Me apretaba las costillas y me encantaba la sensación de la carne. Hermoso.
Lo feo
Mi pareja bajó mucho antes que yo (consumimos lo mismo y él es el doble de tamaño). En su bajada, le dieron muchas ganas de hablar "del elefante en la habitación". De hecho, dicen que los hongos te hacen hablar.
Yo, que todavía estaba re puesta (de nuevo, creo que es mi metabolismo, algún día lo consultaré con mi endocrinóloga), escuché cada uno de sus reclamos/llantos con toda la atención posible. Y con cada palabra que decía, se me abría un vortex. Costó, me dolió, quedé atrapada en todo eso.
Quería volver a tierra y no podía. Se lo dije. Tuvimos que parar la conversación porque me puse a llorar muy feo, no por lo que me decía, si no porque no podía volver. Sentía que había perdido totalmente la chaveta y que jamás iba a recuperar mi salud mental. Traté de pensar en todas las cosas que tenía que hacer en los próximos días (mi agenda es mi ancla a la Matrix), y sentía que absolutamente nada en mi vida tenía sentido, pero por sobre todas las cosas, sentía que ya estaba en otro plano y que jamás iba a volver.
El gordo me preparó café, me envolvió en una frazada, me acostó y me hizo muchos mimos.
Pero no volvía.
El desenlace
Reitero: "Dicen que los hongos te hacen hablar".
Me estaba muriendo de la culpa por muchas cosas que debí haberle dicho hace tiempo. Si bien no las tenía en la cabeza durante el viaje, ya en la última hora, vomité todo. Creo que tuvimos la conversación más adulta de nuestras vidas, hasta la gente a la que se lo conté me felicitó (incluyendo a mi psicóloga, kudos para mí). Pero fue una charla cruda, dura, totalmente honesta. Puse todo sobre la mesa, y al día de hoy aún estamos tratando de resolverlo.
La cuestión es que una vez que me lo saqué de adentro, recién ahí pude salir del mal viaje.
(Puf, respiro).
El after
Nada que ver con la pepa. La sentí como una droga super limpia. No tuve dolencias, ni resaca, ni sentí que me quemé. Dormí lo más bien y físicamente seguí con mi vida como si nada. Creo que esto es un antes y un después en mi relación con el LSD.
Conclusión
La vida me enseñó a ver siempre el vaso medio lleno (¿les conté que una vez casi pierdo mis piernas?), así que a pesar de todo lo feo y doloroso, voy a decir que fue una buena experiencia. No solo porque nos supimos divertir, si no porque hubo algo que me bajó el ego y me hizo tener el encuentro más maduro de mi vida. Y al día de hoy, me dejó muchas herramientas para encarar los problemas, de otra forma.
Además creo que soy de "la escuela de Sting". Todo lo que dice el tipo sobre el consumo de estupefacientes me ayuda muchísimo. Y cuando dice que un mal viaje te acomoda el ego, aunque sea a trompadas, tiene razón.
Moraleja: Si le estás ocultando cosas a tu pareja, NO CONSUMAN HONGOS (?????)
Off topic
Gracias de nuevo a Nostalgia por toda la ayuda por PM. Traté de encontrar info en el foro pero faltan reviews, o al menos usuarios que se tomen en serio este espacio. Últimamente todo lo que leo es "HOLA ME TRAGUÉ UNA MACETA Y NO ME PEGA, ESTÁ BIEN SI ME TOMO EL TERMOTANQUE??? UH BUENO YA LO TOMÉ, CHAU".
No soy perfecta pero si algo de todo esto les sirve de inspiración, buenísimo.
Voy a empezar haciéndome cargo. Siempre que escribo acá les digo lo mismo: Si no estás de humor, no consumas. Si no sabés qué querés rescatar de tu experiencia, no consumas.
Bueno... Me la mandé. Básicamente ahora entiendo que no traté a los hongos con el respeto que se merecían y, si bien tenemos otras dosis guardadas, para la próxima realmente voy a predicar con el ejemplo.
Lo voy a compartir porque creo que estamos todos para aprender, especialmente de las malas experiencias. Si me quieren cagar a pedos, bienvenidos todos; si lo quieren tomar como un ejemplo para tomar en cuenta, también, buenísimo.
Voy por partes, para que se entienda:
Sobre mí - para los curiosos que cruzan historias con perfiles
Mujer. Pisando los 33 años. Laburo mucho, soy voluntaria en distintos espacios, vivo estudiando. En pareja hace 7 años. Trato de consumir únicamente los findes largos para no romperme, necesito estar lo más lúcida posible. No tengo muchos amigos en la movida, POR SUERTE, y los que tengo son gente de oro, con la que se puede compartir un mate y hablar de la vida. Nada de rotos que me tiren al pozo.
Contexto
Las cosas con mi pareja no vienen bien, ya hace tiempo. Sin embargo nuestro norte es pelearla y pelearla hasta encontrarle la vuelta, porque nos elegimos y somos un re team. Si estás leyendo esto y estás o estuviste en una relación de varios años (7 en nuestro caso), entenderás que no todo es color de rosas y que las cosas cuestan... Bueno, nos viene costando bocha, y estoy bajando los brazos.
Plus, cuando queremos somos bastante pelotudos, así que comimos 1 gr de hongos (les debo el nombre, cuando me confirmen edito y les subo foto). ¿Con qué fin? No sé. Creo que divertirnos y relajar un poco.
Lugar
En principio venía pensando en hacerlo en algún espacio abierto con mucho verde, alejada de la gente y del encierro. Quería hacerlo sola, con un amigo que me cuide, porque realmente quería tener mi viajecito de introspección. Entre una cosa y la otra, lo terminé haciendo con mi pareja, en casa, de noche.
Tenemos un hogar muy cómodo (los muebles y las luces ayudan un montón a relajar). También preparamos cositas para entretenernos, bebida y algo para picar.
Consumo
Tomé 20 gotitas de Reliverán antes de comer (gracias @Nostalgia por tu ayuda), y creo que ayudó muchísimo porque no sentí náuseas en ningún momento. También me preparé un re jugo de naranja, pensando que los hongos iban a ser horrendos, pero será que soy re gorda pero me encantaron (sacándoles el viaje, los re pondría en unos buenos fideos
). Los comimos 22.55 y terminé de bajar a las 4 AM aprox (creo que es algo de mi metabolismo).
Lo lúdico
Espero nunca me vean puesta porque me convierto en un hada. Igual que con la pepa, me divertí un montón las primeras horas.
- Si no tienen una copia de El Jardín de las Delicias en sus casas, salgan corriendo a comprar una porque es un cuadro muy divertido para ver, tanto sobrio como en sustancia.
- Cerraba los ojos y veía figuras serpenteantes ir y venir, al ritmo de la música.
- Hablando de música, recordé lo que un amigo psicólogo y budista me dijo alguna vez: Aquello que nos gusta nos conecta a nuestras vidas pasadas... Escuchamos una canción en particular que siempre, siempre, siempre me transporta a otro lado (sobria, digo). Y en medio del viaje, sentía que esa voz me decía que me vaya para ese lado (un desierto, en mi caso). Y se me voló el cerebro.
- En una, mi pareja me tira que tengo una cara muy de serpiente. Chau, flasheé con eso toda la noche, enroscándome y revolcándome en el piso.
- Dejé un anotador cerca para ir escribiendo algunas anotaciones. No las comparto porque son ridículas y me dan vergüenza, pero es muy interesante volver y leerlas.
- Momentos intensos con mi mascota. Pobrecito. Ya de por sí vivo diciendo que en su otra vida fue un elefante, estando de hongos no les explico el viaje que tuve con él.
- Risas, buen humor, chistes. No me quería mover mucho.
- Leímos por ahí que recomendaban tener un libro cerca. Se me re complicó elegir EL libro, porque definitivamente iba a ser una decisión importante. Contra todo pronóstico, agarré La Naranja Mecánica (POR QUÉ, MABEL, POR QUÉ). No terminé de leer una oración que sentía la voz del autor hablándome en la cabeza. Terminé preguntándome si no habrá sido amigo de otro autor que me gusta mucho, imaginándolos juntos, riéndose y puteándose, todo muy trash.
- Para las últimas horas, sentía que mi cuerpo era de goma. Estuve corriendo de un lado a otro, saltando, estirando las piernas y las puntas de los pies, enroscándome en una silla, abrazándome a las piernas de mi pareja y "haciendo angelitos" en el suelo. Jamás me sentí tan liviana como en ese momento. Me apretaba las costillas y me encantaba la sensación de la carne. Hermoso.
Lo feo
Mi pareja bajó mucho antes que yo (consumimos lo mismo y él es el doble de tamaño). En su bajada, le dieron muchas ganas de hablar "del elefante en la habitación". De hecho, dicen que los hongos te hacen hablar.
Yo, que todavía estaba re puesta (de nuevo, creo que es mi metabolismo, algún día lo consultaré con mi endocrinóloga), escuché cada uno de sus reclamos/llantos con toda la atención posible. Y con cada palabra que decía, se me abría un vortex. Costó, me dolió, quedé atrapada en todo eso.
Quería volver a tierra y no podía. Se lo dije. Tuvimos que parar la conversación porque me puse a llorar muy feo, no por lo que me decía, si no porque no podía volver. Sentía que había perdido totalmente la chaveta y que jamás iba a recuperar mi salud mental. Traté de pensar en todas las cosas que tenía que hacer en los próximos días (mi agenda es mi ancla a la Matrix), y sentía que absolutamente nada en mi vida tenía sentido, pero por sobre todas las cosas, sentía que ya estaba en otro plano y que jamás iba a volver.
El gordo me preparó café, me envolvió en una frazada, me acostó y me hizo muchos mimos.
Pero no volvía.
El desenlace
Reitero: "Dicen que los hongos te hacen hablar".
Me estaba muriendo de la culpa por muchas cosas que debí haberle dicho hace tiempo. Si bien no las tenía en la cabeza durante el viaje, ya en la última hora, vomité todo. Creo que tuvimos la conversación más adulta de nuestras vidas, hasta la gente a la que se lo conté me felicitó (incluyendo a mi psicóloga, kudos para mí). Pero fue una charla cruda, dura, totalmente honesta. Puse todo sobre la mesa, y al día de hoy aún estamos tratando de resolverlo.
La cuestión es que una vez que me lo saqué de adentro, recién ahí pude salir del mal viaje.
(Puf, respiro).
El after
Nada que ver con la pepa. La sentí como una droga super limpia. No tuve dolencias, ni resaca, ni sentí que me quemé. Dormí lo más bien y físicamente seguí con mi vida como si nada. Creo que esto es un antes y un después en mi relación con el LSD.
Conclusión
La vida me enseñó a ver siempre el vaso medio lleno (¿les conté que una vez casi pierdo mis piernas?), así que a pesar de todo lo feo y doloroso, voy a decir que fue una buena experiencia. No solo porque nos supimos divertir, si no porque hubo algo que me bajó el ego y me hizo tener el encuentro más maduro de mi vida. Y al día de hoy, me dejó muchas herramientas para encarar los problemas, de otra forma.
Además creo que soy de "la escuela de Sting". Todo lo que dice el tipo sobre el consumo de estupefacientes me ayuda muchísimo. Y cuando dice que un mal viaje te acomoda el ego, aunque sea a trompadas, tiene razón.
Moraleja: Si le estás ocultando cosas a tu pareja, NO CONSUMAN HONGOS (?????)
Off topic
Gracias de nuevo a Nostalgia por toda la ayuda por PM. Traté de encontrar info en el foro pero faltan reviews, o al menos usuarios que se tomen en serio este espacio. Últimamente todo lo que leo es "HOLA ME TRAGUÉ UNA MACETA Y NO ME PEGA, ESTÁ BIEN SI ME TOMO EL TERMOTANQUE??? UH BUENO YA LO TOMÉ, CHAU".
No soy perfecta pero si algo de todo esto les sirve de inspiración, buenísimo.
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