No sé si me queme porque tampoco es que abuse, pero pero pero, una vuelta cuando tenía creo que 17-18 años tenía un grupo de amigos que nos gustaba mucho la droga y uno tenía el depto libre entonces hicimos brownies con 1/2 g, x persona, y habremos tomado una o una y media pepa (no recuerdo si era lsd). Un viaje de aquellos, y arrancó el pegue cuando sentía un dolor en la cabeza muy punzante al punto que tuve que tirarme en el sillón y ponerme como si fuera a dar una vuelta carnero, durante 30s aprox. Ahí empezó a pegar, experimente la muerte del ego, la conexión con el todo, me encantó. Pero luego del consumo experimente un vacío existencial enorme en el que descubrí que la vida no tiene sentido, que somos pequeñísimos y que nada importa. Ya de por sí siempre fui una persona que me apasiona la filosofía y el entender el todo, la vida. Está exp no hizo más que impulsar esa pregunta existencial hasta el punto que a partir de ahí empecé a ser más depresivo y querer volver a repetir esa sensación en la que el ego no está. Nunca pude. Hoy en día creo que todos sabemos lo pequeño que somos, que nuestra vida no tiene un sentido cósmico que digamos, y esa libertad que tenemos para hacer lo que queramos es realmente hermosa, la superación personal y la conexión con los otros es lo clave de la vida (y lo único que puede aliviar ese vacío existencial) pero bueno, en ese momento más que buscar un sentido a mi vida, lo perdí, y todo se volvio mundano.
Ya pasaron 8 años igual. Nunca más experimente la muerte del ego, siento que se lo debo a mi alma para realmente sanar, pero a la vez pienso que sería otra vez pensar que una droga puede salvarme, mi psicóloga opina más esto último, yo tengo ganas de irme a hacer un viaje de Ayahuasca al Perú y vivir en una tribu, tirar el celular desde la terraza del edificio y que haya paz en mi, difícil je.
A veces pienso que no estaba preparado mentalmente para ese viaje.
Ya pasaron 8 años igual. Nunca más experimente la muerte del ego, siento que se lo debo a mi alma para realmente sanar, pero a la vez pienso que sería otra vez pensar que una droga puede salvarme, mi psicóloga opina más esto último, yo tengo ganas de irme a hacer un viaje de Ayahuasca al Perú y vivir en una tribu, tirar el celular desde la terraza del edificio y que haya paz en mi, difícil je.
A veces pienso que no estaba preparado mentalmente para ese viaje.


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