21-08-2023, 11:10 PM
(Última modificación: 22-08-2023, 09:44 AM por Stitch.
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Buenas, cómo están? Pasaba a contarles mi primera experiencia con hongos, fue muy intensa y recién hoy puedo ponerme a escribir al respecto con una relativa fluidez de palabras para describirla.
Un poco de contexto: Esto fue hace poco más de 2 semanas en San Martin de los Andes, en una cabaña que alquilamos con unos amigos. La cabaña esta ubicada en las afueras de la ciudad, para llegar a ella hay que hacer 2 cuadras en calle de tierra en subida, está rodeada de árboles y otras casas, y desde el patio se puede escuchar y ver una cascadita que hay cerca en la montaña. Con un amigo (De ahora en más, Amigo1) llevamos desde Buenos Aires unos hongos secos Mckenaii que teníamos, nunca habíamos probado ninguno de los dos y queríamos aprovechar el lugar y la ocasión para hacerlo, él llevó 1g y yo 2.5g. El jueves a la mañana, 11:15hs, decidimos tomarlos en ayunas recién levantados. Picamos todo bien chiquito con un cuchillo, le di a ojo un quinto de lo mío, y así terminamos tomando aprox. yo 2g, y él 1.5g. Esperaba un sabor vomitivo, pero sabían rico, como a champignones. Una vez que masticamos bien todo, lo bajamos con medio vaso de jugo citric y continuamos abrigándonos para salir, ya que la idea era salir a caminar por ahí con la naturaleza en la medida de lo posible.
Pasan 25-30 minutos y empiezo a sentir que los colores se intensificaban de a poquito, junto con una especie de lentitud general mezclada con sensación de borrachera leve, no le di mucha importancia y me seguí atando los cordones de las botas. Me paro y pienso "epa", ya me estaba subiendo y bastante más rápido de lo que esperaba. Me vuelvo a sentar en la cama y las cosas empiezan a moverse lentamente si fijaba la vista en un punto. Salgo de la habitación y le digo a mi amigo "Che, a vos ya te pegó?", "No, yo estoy normal" me dice. Me paro de nuevo, me movía lento pero veía en cámara rápida, no habían pasado ni 45 minutos todavía, no entendía cómo podía estar así y mi amigo NADA. Me miro al espejo del living, tengo midriasis, lo miro a mi amigo, pupilas normales. Pienso "Debe ser que mastiqué mucho antes de tragar, mi amigo no masticó tanto, quizás es por eso". Subo las escaleras hasta la parte superior de la cabaña, donde estaba mi parlante JBL Xtreme 3 que tenía preparado para musicalizar en caso de ser necesario, un sillón, dos sillas bajas tipo reposerita con almohadón, al lado la cocina integrada con una mesa y sillas, piso de madera bien veteada, un ventanal trasero que da al patio y un ventanal delantero que da a la calle de tierra que mencioné antes, ambos ventanales con las cortinas cerradas. Ah, y la hermosa estufa a gas que nos resguardaba del frío invierno del sur.
Estuve solo en la parte de arriba unos 10-15 minutos tratando de pilotear la subida, hasta que llegó uno del grupo con quien no soy muy cercano (era la tercera vez que lo veía y ya estábamos de vacaciones juntos, buena onda, pero no tengo la confianza que tengo con mi amigo con el que comimos los hongos), vamos a llamarlo Conocido. Me sentí un poco incómodo, porque me estaba subiendo bastante rápido y me empecé a sentir encerrado, así que me puse un buzo y salí al patio. El patio estaba delimitado por una pared de piedra, y entre las piedras habían musgos, que captaron mi atención inmediatamente. Me acerqué a chusmear, se veían muy verdes, como si fueran casi flúor, y al acercarme, podía notar que se movían como si fueran una anémona; sentía que me estaban queriendo comunicar algo, no con palabras, no un pensamiento, era "algo", como si tuviésemos algún tipo de conexión espectacular. Me siento en un banquito, fascinado, a escuchar la cascada fluir, y ahí llega de nuevo Conocido. Pienso "Quería estar solo, pero bueno, por lo menos no estamos encerrados en una cabaña y puedo desviar mi atención a otras cosas", y en eso se pone a tararear. El tarareo llevaba segundos, y en mi cabeza eran HORAS, me molestaba TANTO, me estaba volviendo loco, por un momento pensé en decirle que por favor SE CALLE pero dije "No flaco pará, vamos a mantener la compostura, cómo le vas a pedir a una persona que deje de tararear porque a vos te molesta? No seas pelotudo". Me levanté, respiré hondo y dije "Me voy para adentro", y eso hice.
Crucé el marco de la puerta trasera de la cabaña y la sensación previa de encierro pasó a ser una sensación de alivio. Adentro estaba todo bien silencioso, tanto que podía escucharlo, era como cuando escucho un "piiii" con el oído después de una fiesta con música fuerte, pero sin el "piiii", solamente el resto. Me siento en una de las sillitas con almohadón que mencioné antes, y veo a Amigo1 sentado en el sillón. Hacemos contacto visual y me dice "Creo que me está subiendo" con una sonrisa, "Yo estoy loquísimo" le contesté. En ese momento empecé a sentir como si estuviera yendo a 10mil kilómetros por hora, sin moverme. No era vértigo, no se sentía así, tampoco tenía mareo ni nada, era la sensación de estar yendo así de rápido (sería un reflejo de mi cabeza, quizás?). Me empiezo a poner medio nervioso, así que le mando un mensaje a otro amigo (Amigo2), que siempre está conmigo para ayudarme a controlar los malos viajes, es el típico amigo subidor que está en todas y te saca de los malos flashes, un genio total. El mensaje decía "Amigo, estoy muy loco, venite". Pasa un ratito y llega Amigo2, siento un alivio tremendo de saber que había al menos alguien sobrio con nosotros, de mi confianza, y no tan "ajeno a las drogas", lo cual no me daba esa sensación de "estar siendo juzgado".
Ahora con la presencia de Amigo2 me sentía un poco más seguro, Amigo1 ya estaba re en la suya tirado en el sillón, todo iba acorde a lo esperado. El piso de madera veteada comienza a moverse re fuerte mal, levanto la vista y todo era demasiado confuso, como un caleidoscopio con formas orgánicas en todos lados, con letras que no formaban ninguna palabra, las cosas dejaban de tener forma, no veía un carajo. Decido desviar mi atención hacia el patio, a ver si mirar para afuera me ayudaba a ver la realidad y no tanta visual loca, y las piedras de la pared que delimitaba el patio se transformaron en caras de payasos diabólicos; sentí cierto alivio porque AL MENOS ENTENDÍA LO QUE ESTABA VIENDO, no era la imagen más alegre que podía haber tenido pero sin dudas ver algo conocido dentro de tanta deformidad con movimientos raros se sintió un poco tranquilizante, aunque no lo suficiente como para calmar la tremenda ansiedad que me estaba subiendo. Me empiezo a sentir físicamente incómodo, me levanto y pongo este set de fondo este set como puedo con ayuda de Amigo2 porque estaba muy jodido manejar el celular, y empiezo a caminar de ventanal a ventanal, inquieto, para aliviar esa sensación de "incomodidad dentro de mi propio cuerpo" que sentía, como si fuese una botella de gaseosa agitada esperando a que la destapen.
Le digo a Amigo2: "Esto no puede ser", "Qué sentís?" me pregunta... Qué pregunta eh. No me salían las palabras. Intenté describirlo como pude: "Es como si mi mente estuviera fragmentada, como si ya no fuera una única cosa. Siento como si mi mente fuera un conjunto de threads, cada thread con sus intereses e ideas, todos agrupados en la nada misma". Amigo2 me entendió, o eso creo, es un tipo muy abierto que se presta para este tipo de conversaciones así que calculo que me logró entender (si es que logré expresarme tan bien como pareció en mi cabeza). Así me sentía, me estaba desarmando por dentro, pero, qué cosa se estaba desarmando? Mi mente? Mi alma? Mi ser? Yo? Qué es "yo"? Qué soy? Me senté en una silla, ya no quería seguir caminando sin parar, ahora la que caminaba sin parar era mi cabeza. El haber hecho un esfuerzo tan fuerte por poner en palabras lo que sentía por algún motivo disparó una cadena de preguntas imposibles de responder en mi cabeza, y acá es donde la cosa se empezó a poner buena, porque a mí me encantan estas cosas. Yo soy una persona que siempre se cuestionó estos temas, de chiquito (11/12, hablando con el psicólogo) vengo intentando buscarle una razón a mi existencia, a la existencia del ser humano, a la vida. Siempre me cuestiono y cuestioné muchas cosas, pero jamás experimenté algo como esto, era como tener el 100% de la capacidad de mi cerebro a disposición de mis dudas, como si de repente mis pensamientos fluyeran con una velocidad un millón de veces más alta de lo que suelen fluir, sin ningún tipo de trabas ni distracciones, sólo preguntas y respuestas casi instantáneas sin parar, una atrás de la otra.
Mi cabeza iba a mil, tenía un diálogo interno que no podía parar: Qué soy? Quién soy? Soy? Qué es ser? Por qué soy? Partiendo de la base de que existo, puedo decir que soy? Y si no existo? Y si tampoco soy? Las preguntas surgían una atrás de la otra, y las respuestas estaban dejando de fluir, me respondía las preguntas con más preguntas, como un árbol del que no paran de salir ramas, una y otra y otra vez, hasta que
Un poco de contexto: Esto fue hace poco más de 2 semanas en San Martin de los Andes, en una cabaña que alquilamos con unos amigos. La cabaña esta ubicada en las afueras de la ciudad, para llegar a ella hay que hacer 2 cuadras en calle de tierra en subida, está rodeada de árboles y otras casas, y desde el patio se puede escuchar y ver una cascadita que hay cerca en la montaña. Con un amigo (De ahora en más, Amigo1) llevamos desde Buenos Aires unos hongos secos Mckenaii que teníamos, nunca habíamos probado ninguno de los dos y queríamos aprovechar el lugar y la ocasión para hacerlo, él llevó 1g y yo 2.5g. El jueves a la mañana, 11:15hs, decidimos tomarlos en ayunas recién levantados. Picamos todo bien chiquito con un cuchillo, le di a ojo un quinto de lo mío, y así terminamos tomando aprox. yo 2g, y él 1.5g. Esperaba un sabor vomitivo, pero sabían rico, como a champignones. Una vez que masticamos bien todo, lo bajamos con medio vaso de jugo citric y continuamos abrigándonos para salir, ya que la idea era salir a caminar por ahí con la naturaleza en la medida de lo posible.
Pasan 25-30 minutos y empiezo a sentir que los colores se intensificaban de a poquito, junto con una especie de lentitud general mezclada con sensación de borrachera leve, no le di mucha importancia y me seguí atando los cordones de las botas. Me paro y pienso "epa", ya me estaba subiendo y bastante más rápido de lo que esperaba. Me vuelvo a sentar en la cama y las cosas empiezan a moverse lentamente si fijaba la vista en un punto. Salgo de la habitación y le digo a mi amigo "Che, a vos ya te pegó?", "No, yo estoy normal" me dice. Me paro de nuevo, me movía lento pero veía en cámara rápida, no habían pasado ni 45 minutos todavía, no entendía cómo podía estar así y mi amigo NADA. Me miro al espejo del living, tengo midriasis, lo miro a mi amigo, pupilas normales. Pienso "Debe ser que mastiqué mucho antes de tragar, mi amigo no masticó tanto, quizás es por eso". Subo las escaleras hasta la parte superior de la cabaña, donde estaba mi parlante JBL Xtreme 3 que tenía preparado para musicalizar en caso de ser necesario, un sillón, dos sillas bajas tipo reposerita con almohadón, al lado la cocina integrada con una mesa y sillas, piso de madera bien veteada, un ventanal trasero que da al patio y un ventanal delantero que da a la calle de tierra que mencioné antes, ambos ventanales con las cortinas cerradas. Ah, y la hermosa estufa a gas que nos resguardaba del frío invierno del sur.
Estuve solo en la parte de arriba unos 10-15 minutos tratando de pilotear la subida, hasta que llegó uno del grupo con quien no soy muy cercano (era la tercera vez que lo veía y ya estábamos de vacaciones juntos, buena onda, pero no tengo la confianza que tengo con mi amigo con el que comimos los hongos), vamos a llamarlo Conocido. Me sentí un poco incómodo, porque me estaba subiendo bastante rápido y me empecé a sentir encerrado, así que me puse un buzo y salí al patio. El patio estaba delimitado por una pared de piedra, y entre las piedras habían musgos, que captaron mi atención inmediatamente. Me acerqué a chusmear, se veían muy verdes, como si fueran casi flúor, y al acercarme, podía notar que se movían como si fueran una anémona; sentía que me estaban queriendo comunicar algo, no con palabras, no un pensamiento, era "algo", como si tuviésemos algún tipo de conexión espectacular. Me siento en un banquito, fascinado, a escuchar la cascada fluir, y ahí llega de nuevo Conocido. Pienso "Quería estar solo, pero bueno, por lo menos no estamos encerrados en una cabaña y puedo desviar mi atención a otras cosas", y en eso se pone a tararear. El tarareo llevaba segundos, y en mi cabeza eran HORAS, me molestaba TANTO, me estaba volviendo loco, por un momento pensé en decirle que por favor SE CALLE pero dije "No flaco pará, vamos a mantener la compostura, cómo le vas a pedir a una persona que deje de tararear porque a vos te molesta? No seas pelotudo". Me levanté, respiré hondo y dije "Me voy para adentro", y eso hice.
Crucé el marco de la puerta trasera de la cabaña y la sensación previa de encierro pasó a ser una sensación de alivio. Adentro estaba todo bien silencioso, tanto que podía escucharlo, era como cuando escucho un "piiii" con el oído después de una fiesta con música fuerte, pero sin el "piiii", solamente el resto. Me siento en una de las sillitas con almohadón que mencioné antes, y veo a Amigo1 sentado en el sillón. Hacemos contacto visual y me dice "Creo que me está subiendo" con una sonrisa, "Yo estoy loquísimo" le contesté. En ese momento empecé a sentir como si estuviera yendo a 10mil kilómetros por hora, sin moverme. No era vértigo, no se sentía así, tampoco tenía mareo ni nada, era la sensación de estar yendo así de rápido (sería un reflejo de mi cabeza, quizás?). Me empiezo a poner medio nervioso, así que le mando un mensaje a otro amigo (Amigo2), que siempre está conmigo para ayudarme a controlar los malos viajes, es el típico amigo subidor que está en todas y te saca de los malos flashes, un genio total. El mensaje decía "Amigo, estoy muy loco, venite". Pasa un ratito y llega Amigo2, siento un alivio tremendo de saber que había al menos alguien sobrio con nosotros, de mi confianza, y no tan "ajeno a las drogas", lo cual no me daba esa sensación de "estar siendo juzgado".
Ahora con la presencia de Amigo2 me sentía un poco más seguro, Amigo1 ya estaba re en la suya tirado en el sillón, todo iba acorde a lo esperado. El piso de madera veteada comienza a moverse re fuerte mal, levanto la vista y todo era demasiado confuso, como un caleidoscopio con formas orgánicas en todos lados, con letras que no formaban ninguna palabra, las cosas dejaban de tener forma, no veía un carajo. Decido desviar mi atención hacia el patio, a ver si mirar para afuera me ayudaba a ver la realidad y no tanta visual loca, y las piedras de la pared que delimitaba el patio se transformaron en caras de payasos diabólicos; sentí cierto alivio porque AL MENOS ENTENDÍA LO QUE ESTABA VIENDO, no era la imagen más alegre que podía haber tenido pero sin dudas ver algo conocido dentro de tanta deformidad con movimientos raros se sintió un poco tranquilizante, aunque no lo suficiente como para calmar la tremenda ansiedad que me estaba subiendo. Me empiezo a sentir físicamente incómodo, me levanto y pongo este set de fondo este set como puedo con ayuda de Amigo2 porque estaba muy jodido manejar el celular, y empiezo a caminar de ventanal a ventanal, inquieto, para aliviar esa sensación de "incomodidad dentro de mi propio cuerpo" que sentía, como si fuese una botella de gaseosa agitada esperando a que la destapen.
Le digo a Amigo2: "Esto no puede ser", "Qué sentís?" me pregunta... Qué pregunta eh. No me salían las palabras. Intenté describirlo como pude: "Es como si mi mente estuviera fragmentada, como si ya no fuera una única cosa. Siento como si mi mente fuera un conjunto de threads, cada thread con sus intereses e ideas, todos agrupados en la nada misma". Amigo2 me entendió, o eso creo, es un tipo muy abierto que se presta para este tipo de conversaciones así que calculo que me logró entender (si es que logré expresarme tan bien como pareció en mi cabeza). Así me sentía, me estaba desarmando por dentro, pero, qué cosa se estaba desarmando? Mi mente? Mi alma? Mi ser? Yo? Qué es "yo"? Qué soy? Me senté en una silla, ya no quería seguir caminando sin parar, ahora la que caminaba sin parar era mi cabeza. El haber hecho un esfuerzo tan fuerte por poner en palabras lo que sentía por algún motivo disparó una cadena de preguntas imposibles de responder en mi cabeza, y acá es donde la cosa se empezó a poner buena, porque a mí me encantan estas cosas. Yo soy una persona que siempre se cuestionó estos temas, de chiquito (11/12, hablando con el psicólogo) vengo intentando buscarle una razón a mi existencia, a la existencia del ser humano, a la vida. Siempre me cuestiono y cuestioné muchas cosas, pero jamás experimenté algo como esto, era como tener el 100% de la capacidad de mi cerebro a disposición de mis dudas, como si de repente mis pensamientos fluyeran con una velocidad un millón de veces más alta de lo que suelen fluir, sin ningún tipo de trabas ni distracciones, sólo preguntas y respuestas casi instantáneas sin parar, una atrás de la otra.
Mi cabeza iba a mil, tenía un diálogo interno que no podía parar: Qué soy? Quién soy? Soy? Qué es ser? Por qué soy? Partiendo de la base de que existo, puedo decir que soy? Y si no existo? Y si tampoco soy? Las preguntas surgían una atrás de la otra, y las respuestas estaban dejando de fluir, me respondía las preguntas con más preguntas, como un árbol del que no paran de salir ramas, una y otra y otra vez, hasta que
-nada-
De repente dejé de ver, se me desconectaron los ojos del cerebro, pero no me importaba, porque sentía que no estaba ni era, lo cual era completamente lógico, cómo voy a ver si no soy ni estoy? Y ahí mismo, me transporté a un océano gigante, infinito, que se extendía hasta el horizonte, con agua cálida y tranquila, sin olas ni viento. El cielo azul pero completamente despejado, todo tenía tintes naranjitas como cuando en Breaking Bad están en México. Era algo así pero no había sol ni nubes, sólo agua y cielo:
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Podía ver en primera persona mis pies flotando, estaba haciendo la plancha en ese océano, sin preocupaciones ni miedos, sin intereses, sin motivaciones, sin pensamientos, sin gustos, sin ganas, sin energía, sin lo que podríamos describir como "vida". Me sentía como no vivo, y no muerto, no era una sensación de calma como tendría si realmente estuviese ahora físicamente en ese lugar, la calma ni se acerca, esto era mi alma, yo, completamente interte en la nada misma. (Paréntesis acá: Hablé con mi psicoanalista de esto, me dijo que el estado/lugar al que llegué en este momento se lo conoce como el nirvana, luego investigué al respecto y parecería ser que es eso mismo). Luego de un rato que se sintió cortito pero fue lo suficientemente largo como para apreciarlo, volví a la cabaña, a la silla donde estaba sentado. Estaba feliz, aliviado, tranquilo, relajado, chocho de la vida, como si hubiera renacido sin problemas ni preocupaciones, sin que me importe absolutamente nada, fue mágico. Este fue el punto visagra del viaje, de acá en adelante todo se volvió recontra ameno y lindo, mucha diversión y risas, la música estaba re buena y me sentía muy liviano de cuerpo y de mente.
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Amigo1 quería salir a caminar, la estaba pasando bárbaro, Amigo2 dijo que sería una buena idea, así que salimos a caminar desde la cabaña hasta el centro a encontrarnos con el resto del grupo que estaban terminando de brunchear. Pasamos por un arroyito donde habían dos personas pescando, el agua fluía sin parar y se podían ver las piedras del fondo, el sonido del agua era una caricia al alma. Llegamos al centro y la sensación de embriaguez se iba desvaneciendo, Amigo1 tenía un hambre de locos así que lo acompañé a una cafetería de especialidad y pedimos un par de cosas ricas, pero yo no tenía demasiada hambre, sólo quería satisfacer mi necesidad de ingerir algo y listo. No lo disfruté. Yo, que soy un loco de la comida, que me encanta el café de especialidad, me apasionan los sabores y texturas, no disfruté nada de lo que pedí. Lo pude apreciar, pero no sentí que el placer de comer fuera tan grande como solía serlo, como si no hubiese más una necesidad imperiosa de disfrutar al máximo cada bocado como siempre tengo. Qué me había pasado? Estuve así hasta el día siguiente, sin disfrutar de la comida, todo me parecía "meh", nada tenía emoción, no me sentía yo mismo, como si se me hubiera reseteado la cabeza. Recién al día siguiente al mediodía comencé a sentirme "yo mismo", pero ese impulso voraz de querer morfar a lo loco no volvió a día de hoy, de hecho volví a mi casa y empecé a hacer dieta y vengo re bien, hacía mucho que quería hacerlo y estaba re motivado pero me faltaba disciplina como para sostenerlo, era una lucha constante contra mis ganas de comer, pero esas ganas ya no están, no sé qué pasó pero es por lejos el mejor post-sustancia que tengo en mi vida.
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Esta fue la hermosa experiencia que tuve, muy intensa y loca, me dejó procesando mucho en la cabeza y la disfruté muchísimo.
Muchas gracias por leer, que tengan una linda semana corta 
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