10-04-2021, 04:30 PM
En mi caso, depende de las dosis, el ambiente, la gente, mi estado de ánimo y obviamente mi personalidad (como cada uno).
LSD - Aún sin tener la intención, la gran mayoría de las veces encuentro un viaje espiritual, que me lleva a conectarme conmigo misma o con el mundo. Siento/veo energía, y al aire libre me conecto muchísimo con la naturaleza (una vez charlé con un río). Alguna que otra vez he sacado conclusiones sobre cuestiones de mi vida privada, y aunque ya no lo hago, cuando bailaba de pepa sentía que mis movimientos y los de la gente enviaban energía para el balance del mundo. Lo lindo es que lo podía VER.
Pero aún sin tener ese tipo de viajes, la realidad es que el consumo saca a relucir muchos aspectos de mi persona que en el día a día no comparto, tal vez por falta de espacios o porque bueno, vida adulta. No puedo ponerlo en palabras, no sé si me convierto en una niña, en un hada, en una animalita... pero soy yo, libre y potenciada. Y me entrego, y me divierte.
También me vuelvo extremadamente sensible y llegué a "sentir" cosas que me asustaron. Mi primer viaje zarpado fue en una Creamfields, en donde flasheé que mi espíritu se repartía entre las carpas (como que cada carpa era un aspecto de mi vida?). No sé. Sentí que donde estaba David Guetta (!!!!!!!) estaba mi corazón, y yo tenía que ir para llegar a mi corazón (!!!!!!). Me fui sola, corriendo. Cuando llegué vi muchísima gente enloquecida del cachengue, y lo tomé como una vibra muy fea y muy mala (nunca había tomado rola y no entendía el mambo, pero me asustó).
Sí me mandé la estupidez de "me tomo una pepa porque tengo frío" en medio de un Lolla, el peor lugar y la peor gente como para hacer algo así... Pero bueno, tengo anécdotas para compartir a la hora del mate (?).
Ah, y hermoso coger de pepa. Amo.
DMT tomé poquito y me encantó. Me debo la experiencia al 100%. Se lo sigo pidiendo a Papá Noel todos los años (?).
LSD - Aún sin tener la intención, la gran mayoría de las veces encuentro un viaje espiritual, que me lleva a conectarme conmigo misma o con el mundo. Siento/veo energía, y al aire libre me conecto muchísimo con la naturaleza (una vez charlé con un río). Alguna que otra vez he sacado conclusiones sobre cuestiones de mi vida privada, y aunque ya no lo hago, cuando bailaba de pepa sentía que mis movimientos y los de la gente enviaban energía para el balance del mundo. Lo lindo es que lo podía VER.
Pero aún sin tener ese tipo de viajes, la realidad es que el consumo saca a relucir muchos aspectos de mi persona que en el día a día no comparto, tal vez por falta de espacios o porque bueno, vida adulta. No puedo ponerlo en palabras, no sé si me convierto en una niña, en un hada, en una animalita... pero soy yo, libre y potenciada. Y me entrego, y me divierte.
También me vuelvo extremadamente sensible y llegué a "sentir" cosas que me asustaron. Mi primer viaje zarpado fue en una Creamfields, en donde flasheé que mi espíritu se repartía entre las carpas (como que cada carpa era un aspecto de mi vida?). No sé. Sentí que donde estaba David Guetta (!!!!!!!) estaba mi corazón, y yo tenía que ir para llegar a mi corazón (!!!!!!). Me fui sola, corriendo. Cuando llegué vi muchísima gente enloquecida del cachengue, y lo tomé como una vibra muy fea y muy mala (nunca había tomado rola y no entendía el mambo, pero me asustó).
Sí me mandé la estupidez de "me tomo una pepa porque tengo frío" en medio de un Lolla, el peor lugar y la peor gente como para hacer algo así... Pero bueno, tengo anécdotas para compartir a la hora del mate (?).
Ah, y hermoso coger de pepa. Amo.
DMT tomé poquito y me encantó. Me debo la experiencia al 100%. Se lo sigo pidiendo a Papá Noel todos los años (?).